Especialistas no descartan una distorsión. Creen que la variabilidad es muy grande. Los datos del Indec.
La pregunta corrió desesperada apenas se conocieron los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). ¿Por qué la pobreza llegó a 40,5 por ciento en el Gran Córdoba? Las respuestas distan de ser contundentes.
La Voz consultó con varios especialistas que siguen de cerca del fenómeno desde hace años, quienes no niegan que la pobreza haya aumentado, aunque tienen dudas sobre los resultados desagregados del informe oficial.
Gerardo García Oro, economista del Ieral de la Fundación Mediterránea
«A veces, buscando brindar un mayor nivel de detalle, se pueden desagregar datos hasta un punto en que ya se afecta la muestra. Y eso genera algunas dudas».
Para el experto, hay que estar atentos para ver, en todo caso, un promedio anualizado de los valores de la pobreza y de la indigencia en Córdoba, dado que es probable que «muestren una variabilidad importante».
En esa línea, también expresó sorpresa porque otras series estadísticas, como la de desempleo o la de niveles salariales, no muestran una debacle en comparación con datos nacionales, lo que debería suceder para que la pobreza creciera tanto en términos comparativos.
Diego Dequino, director del Instituto de Investigaciones de la Bolsa de Comercio
«Me llama la atención el coeficiente de variabilidad tan elevado. En 2014, por ejemplo, el Cippes hizo un estudio con una canasta de precios propia y datos de ingresos de los hogares de Indec que daba un 30 por ciento de pobreza en Córdoba, con un 29 por ciento en el país. La UCA también da valores similares. De golpe, es difícil explicarse que el dato de Córdoba sea 25 por ciento superior al nacional o 50 por ciento superior al de Rosario», sostuvo.
Pablo Gallo, director del centro de estudios Cippes
«Por suerte ya no discutimos más que la pobreza es mucha y está en torno a un tercio de la población: los datos de la UCA, de Indec o de centros como Cippes muestran lo mismo. Ahora ya sabemos: es un piso altísimo. Y llegó el momento de decidir qué vamos a hacer para mejorar».
En cuanto a los datos de Córdoba, Gallo propone algunas posibles explicaciones. Mencionó, por caso, que el Cippes ha relevado precios de alimentos más altos en Córdoba que en el norte argentino o en el Chaco, pese a que se producen más aquí que allá.
«Córdoba es cara. Y si los alimentos son caros, entonces la canasta lo es, el poder de compra de los hogares es menor y habrá más hogares pobres», sostuvo.
También esbozó una hipótesis fiscal. «Tal vez se deba a una cuestión de presión fiscal, con impuestos de mucho impacto en los precios finales, como Ingresos Brutos. Para mí, estos datos son una señal de que ya es imprescindible que Córdoba empiece a revisar su estructura de impuestos. Si no, la situación puede no mejorar», advirtió.
ANALISTAS. Gerardo García Oro (Ieral), Diego Dequino (Bolsa de Comercio) y Pablo Gallo (Cippes). – La Voz del Interior