LOS GOBERNADORES FORCEJEAN POR PROYECTO DUJOVNE DE RESTRICCIONES FISCALES/EL TERCER INTENTO EN 20 AÑOS/FRIGERIO DEBIÓ CONVENCER A GOBERNADORES/ LOS TECNÓCRATAS CREEN QUE LOS POLÍTICOS SE DISCIPLINAN CON LAS RESTRICCIONES DEL SISTEMA/ PERO LOS POLÍTICOS EN CRISIS REVIENTAN EL SISTEMA/ LA QUIMERA DE BAJAR EL GASTO/TAMPOCO LOS GOBERNADORES HABLAN DEL CONFLICTO DOCENTE/ 17 PROVINCIAS, DISCRETAMENTE, CIERRAN PARITARIAS/ PERO ESPERAN EL RESULTADO DE BS. AS. Y CAPITAL/ EL GOBIERNO DESCARTO PEDIRLES SE SUMEN A LA PELEA CONTRA LA PARITARIA NACIONAL/ VUELVE EL CLÁSICO DE MONTEVIDEO: PULSEADA DE PARLASURES/ RADICALES EN FRENESÍ DE CUMBRES/ YA TIENEN NUEVO PRESIDENTE DE LA CONVENCIÓN
Los hombres que no vienen de la política actúan con preconceptos que les cuesta conciliar con la realidad. Uno de ellos es que los políticos van a ajustar sus conductas a las restricciones del sistema, cuando la realidad muestra que la política ajusta el sistema a sus intereses. El ciclo 1999-2002 demostró que los políticos en lugar de limitarse por las restricciones del sistema, resolvieron su supervivencia haciendo estallar el sistema: cayó un presidente cuyo mandato terminó quien había perdido en la elección que lo había elegido, y el país declaró el default de sus compromisos de crédito. Un banco de pruebas de esto es el proyecto de nuevo pacto fiscal que el gobierno nacional le propone a las provincias por tercera vez en casi 20 años. Hasta ahora ha logrado, no sin esfuerzo, que un grupo de provincias se comprometan a discutir un sistema de Responsabilidad Fiscal que si se lograse alguna vez convertiría a la Argentina en un paraíso fiscal, no en una guarida fiscal (tax haven). El pacto de Guaymallén (por la ciudad mendocina adonde se reunió Nicolás Dujovne con los delegados de 21 provincias), busca «una paulatina reducción del déficit y la convergencia a una situación de equilibrio presupuestario». Para eso se reformula un Consejo ya existente, que administrará el régimen disciplinario y, por supuesto, una plataforma digital o sea una página en Facebook. Los delegados se comprometieron a que el Gasto Corriente Primario de todas las provincias (y CABA, en su caso) permanezca constante en términos reales, hasta el año 2019 inclusive. El punto que más resistieron los provinciales es el que dice que «la planta de personal no debe crecer por encima del crecimiento de la población».
El secretario de Provincias Alejandro Caldarelli – que acompañó a Dujovne – debió hablar por teléfono y de urgencia en medio de la negociación del documento final, con una decena de gobernadores para convencerlos que firmasen ese compromiso que toca los principios básicos de la gobernabilidad criolla: gobernar es dar trabajo. Caldarelli se concentró en Juan Schiaretti, que actúa como jefe informar de los gobernadores peronistas, y logró que éste se plegase al pacto. No se sabe a cambio de qué. Caldarelli sabe de esto, como que fue Subsecretario de Programación Económica Regional del Ministerio de Economía de la Nación a finales del gobierno ed Carlos Menem. Desde entonces lo acompaña a Rogelio Frigerio, cuya consultora Economía & Regiones presidió entre 2000 y 2015. Sabe también de negociar con los cordobeses porque ya en aquel tiempo esta quimera de aferrar a los políticos con el corsé de un sistema se intentó sin éxito. José Manuel de la Sota promovió entonces una ley de Convertibilidad Fiscal que era otra panacea que nunca se cumplió, pese a que la sancionó el Congreso en 1999. En aquel momento el país declinaba con una recesión feroz, una deuda impagable dentro del calabozo de la convertibilidad. Los hechos demostraron que los políticos se saltan las restricciones del sistema y lo cambiar o lo destruyen cuando afecta a su gobernabilidad.
El proyecto actual de un nuevo Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal y Buenas Prácticas de Gobierno reformula el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal que se creó con otra norma posterior, la ley de responsabilidad Fiscal que logró Roberto Lavagna, ministro de Néstor Kirchner, en agosto de 2004, unos meses antes dejar esa función. Allí se programaron otras restricciones que no han evitado el crecimiento del gasto y del déficit, aunque adhirieron las provincias que están obligadas a su cumplimiento[1], algo que también persigue el nuevo proyecto. En la minuta que firmaron los enviados de 21 provincias, se incluye otra quimera: que se reduzcan y hasta eliminen los llamados «impuestos distorsivos» como Ingresos Brutos. esa caja es clave para todos los distritos y ya Domingo Cavallo intentó hace 20 años voltearla. Tenía mucho más poder político que el actual gobierno, y fracasó por la resistencia de los distritos de cambiar. La doctrina fiscal dice que ese tributo es regresivo y no fomenta la competitividad. Lo intentan siempre reemplazar por un tex a la última venta, una especie de IVA provincial, a la americana, como todo lo que se imagina por acá. Esa discusión vendrá más tarde. Hasta ahora se ha debatido bajar un punto de IB para bancar créditos hipotecarios, algo que las provincias aceptaron mordiendo el freno.
Los más ilusorio es el proyecto de imponer «reglas de fin del mandato»: en los últimos 6 meses de mandato no se podrá aumentar el gasto corriente como, por ejemplo, pasar personal temporario a planta permanente. Con lo lindo que es nombrar gente cuando uno se está yendo, diría un cacique. También se prohibiría que en la despedida normas que impliquen donación o venta de bienes del Estado. Curiosa restricción al achicamiento del estado, algo que algunos gobernantes que se van intentan en la despedida para cumplir sin pagar el costo político, que lo traslada al sucesor. Más razonables es la constitución de un Fondo Anticíclico Fiscal que engorda cuando hay bonanza ay se usaría cuando haya malaria. Habrá que poner también restricciones para que, en momentos de euforia y crecimientos, algunos quieran romper el chanchito para que la fiesta continúe[2].
Uno de los jefes legislativos que frecuenta las mesas chicas del gobierno suele repetir esta chanza: «- Cuando uno llega a esas reuniones, y escucha que uno de los CEOs dice: ‘Tengo una buena idea’, a uno le da gana de responderle: ‘Espero que se te pase rápido». El conflicto entre las buenas ideas de los tecnócratas y los tiempos y modos de la política que puede hacerlas triunfar o fracasar, es un tópico del gobierno. Vuela con dos alas, los CEOs y los políticos. Unos ponen os cargos, los otros el agua para navegar. Los CEOs piensan en dique seco, y a veces intentan salir a dar una vuelta, hasta Carmelo diríamos, como ocurrió con el cálculo a la baja de las jubilaciones. Armaron una que casi terminó con la ley de ART. Este intento de régimen de disciplina fiscal es una buena idea. ¿Se le pasará al gobierno?
La relación con los gobernadores es territorio de una de las disputas sordas más profundas, que no llega a la superficie porque las partes intentan amortiguarla. La campaña está en pleno de desarrollo, el conflicto docente va por andariveles tortuosos que nadie quiere mezclar y lo peor sería salir en la foto equivocada. Mauricio Macri, antes de viajar a Holanda, discutió con la mesa chica si reclamarles a los gobernadores algún pronunciamiento sobre la huelga dicente en Buenos Aires. Para un solo detalle: que alguno diga que no existe paritaria nacional, como reclaman los gremios, porque no hay convención colectiva de trabajo nacional, y que los que pagan los sueldos son las provincias. Que alguno de ellos, además de María Eugenia Vidal, lo dijera hubiera contribuido a la dialéctica de alguna fuga hacia adelante. Pero se descartó por algo que se conoce poco: que, de los 24 distritos, unos 17 ya han cerrado, discretamente, su paritaria, algunos han firmado y otros están a punto de hacerlo. En esos distritos la huelga no existe y las clases se dictan con normalidad. Ni gobiernos provinciales ni gremios locales quieren mover el avispero hasta que Buenos Aires y Capital cierren su acuerdo. No quieren quedar en la foto inconveniente. Eso implica quedarse callados hasta nuevo aviso. Con eso la Nación, que sufre el conflicto porque los gremios lo atacan y parte del público les da la razón, se pierde un recurso argumental importante. Pero dominó la actitud de que los gobernadores hagan la suya, la de siempre, que es que en todo debate siempre son los últimos en opinar. Lo hacen cuando todo han mostrado sus cartas. Cuando se les pregunta por ese hábito colectivo responden que el poder radica en las provincias y que ellos son la última milla de la relación entre el poder y la gente. Eso los obliga a una cautela finísima para no arriesgar su baldosa.
Con el arranque de la temporada alta vuelve otro torneo clásico y extraterritorial: el enfrentamiento entre Cambiemos y el resto en el Parlamento del Mercosur. Hoy se hace la primera sesión plenaria del año y desde anoche los bloques están conspirando en Montevideo para las dos peleas de la jornada. Una es la elección del vicepresidente del cuerpo, que le corresponde a la Argentina. Ese cargo máximo hoy lo luce Jorge Taiana, que lo presidió hasta el año pasado, por la prórroga que se le dio al no ponerse de acuerdo pos parlasures argentinos sobre ese cargo. El enfrentamiento entre Cambiemos, ala Pro y Coalición, encabezados por mariana Zuvic y Fabián Rodríguez Simón, se prolonga por la negativa de éstos de promover el pago de sueldos a los parlasures. Esto dividió a los radicales de la liga oficialista y aisló al Pro-CC en la pelea por todo lo demás. Un fallo de final de año en dos instancias, promovido por el parlasur por Corrientes Alejandro Karlen, le ordenó al Congreso que incluyese los fondos para el pago de salarios en el presupuesto 2017. Esa moción no logró los votos necesarios.
La posición del gobierno argentino es que esos gastos los debe asumir el Parlasur y no la Argentina. Pero hasta el año que viene, a menos que surja una nueva salida, no habrá plata en el presupuesto para girar a Montevideo para que, desde allí, se compense a los diputados. El argumento del gobierno argentino es que los parlasures no pueden votar leyes hasta que el cuerpo esté integrado totalmente por legisladores elegidos por el voto popular. Brasil los aportará recién en 2019. Mientras tanto, los delegados argentinos cobrarán un viático por sesión gastos de traslado a Montevideo. Esa querella dividió a la delegación argentina en cuanto a las autoridades. Cambiemos impugnó siempre el nombre de Taiana como presidente, pero no logró desplazarlo. Cuando se debó elegir el vicepresidente, Cambiemos propuso al cordobés Walter Nostrala (ala juecista), pero no logró tener los votos. Para hoy se espera el resultado de una conversación entre el Frente para la Victoria, el peronismo disidente, el Frente Renovador y algún sector del radicalismo, para que cubra ese cargo la ex senadora por Santiago del estero y ex embajadora en el Paraguay Ana Corradi.
El otro asunto disputado es el rechazo del Parlasur a la suspensión que dictaminaron los socios del Mercosur sobre Venezuela, a raíz de la crisis del gobierno de Nicolás Maduro. Según los gobiernos que lo integran ese país no cumple con los principios democráticos. El Parlasur es un territorio para luchas simbólicas entre el oficialismo y la oposición. Entre los parlasures argentinos están, además de Zuvic y Rodríguez Simón, el hoy renovador Jorge Vanossi y los peronistas Taiana, Eduardo Valdés, Agustín Rossi, teresa Parodi, Víctor Santa María. Estuvo José López, pero cayó aplastado en un revoleo de valijas. Fue destituido en agosto del año pasado. Obviamente que habrá reclamos de la oposición criolla por la libertad de Milagro Sala, parlasur electa que nunca asumió su banca.
Hubo en la semana plétora de reuniones de radicales, además del cumpleaños de Ángel Rozas, celebrado por un grupo de amigos en la sede porteña del Círculo de Legisladores: 1) Reivindicaron la democracia quebrada un 24 de marzo con un homenaje al dirigente y luchados por los derechos humanos, el chubutense Mario Abel Amaya, asesinado en 1976 después de su detención y tortura por parte del gobierno de Videla. Fue en la plaza que lo recuda en Boedo y Constitución. Habló Ricardo Alfonsín, que milita en el ala más ácida de Cambiemos. Estuvieron, entre otros, los legisladores locales Hernán Rossi, Marcelo Gouman y Patricia Vischi, además de los ex legisladores nacionales Juan Manuel Casella, Lucia Alberti, Norma Allegrone de Fonte y Pedro Calvo, el presidente de la JR porteña Martin Sánchez, los dirigentes Víctor Hugo Zalazar, José Carballo, Miguel Ponce, Ruben Monasterio, Ariel Dulevich Uzal, Juan Pablo Zanetta, Eduardo Falchi, Jorge Wandelow, Mario Katz, Mariano Genovesi, el yrigoyeneano Diego Barovero y hasta el pintor muralista Marino Santa María quien realizará un mural de Raúl Alfonsin en la ciudad. 2) El homenaje del Instituto Nacional Yrigoyeneano a Marcelo de Alvear en los 75 años de su muerte, que convocó al cementerio de la Recoleta al vicegobernador bonaerense que preside el comité provincial de la UCR Daniel Salvador ex senador José María Pepe García Arecha, al extitular de la Cámara de Diputados Rafael Pascual, al diputado del Parlasur Jorge Reinaldo Vanossi; los exembajadores Arnoldo Listre, Daniel Olmos y Miguel Ángel Espeche Gil, al constitucionalista Félix Loñ, el analista e historiador Rosendo Fraga, Emma Illia y su hijo Borja Cordeu Illia, los ex intendentes de Dolores Juan Carlos Valente y de Tres Lomas Mario Espada, Hipólito Solari Yrigoyen, Oscar Muiño, Juan Carlos Gimenez Lemme, Nestor Pan, Héctor Cincotta, Humberto Dato, Armando Desplats, Adriana Malek, Saúl Martínez, Carlos Francavilla, Mariano Covarrubias Jurado, las escritoras Josefina Delgado y Ana María Cabrera, Humberto Bonanata y la directora del Cementerio Sonia Del Pappa. Por supuesto que estaba Diego Barovero, presidente del Yrigoyeneano y organizador de esta recordación. En todas esas reuniones dieron por cerrado el acuerdo entre las tribus radicales para que el nuevo presidente de la Convención partidaria sea Jorge Sappia, abogado de Córdoba, de origen angelocista. Fue dos veces ministro de la gobernación de «Pocho» y viceministro de trabajo de Fernando De La Rúa.
Ignacio Zuleta- @IZuleta – MDZ on line