Un fenómeno de dimensión global

Por primera vez, la población urbana supera a la rural; en Italia hay pueblos que regalan casas

La despoblación del campo, el éxodo a las ciudades, no son un fenómeno exclusivamente argentino. Es global, y ni siquiera le escapa el mundo desarrollado. Por primera vez en la historia de la humanidad, la población urbana supera a la rural. En Europa incide además otro factor: la caída en los índices de natalidad, realidad menos evidente en las urbes que en pequeñas localidades.

En España la tendencia arroja números que pueden considerarse dramáticos: la mitad de los pueblos está en peligro de extinción. Del total de 8125, casi 5000 ya tienen menos de 1000 habitantes, según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Un pueblo que desde los años 70 ve disminuir su población es Alaraz, en Salamanca, con 495 personas censadas. «En la última década hemos perdido más de 100 habitantes. Es imposible que crezca la población si mueren muchas más personas de las que nacen y los jóvenes se van porque aquí no hay trabajo suficiente», dijo su alcalde, Clemente Bautista, al diario El País.

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El relevamiento del INE indicó que hay casi 1300 pueblos que tienen menos de 100 residentes, lo que los pone en la antesala de la desaparición. La provincia que encabeza la lista es Guadalajara: de sus 288 localidades, 173 están en esa situación.

A diferencia de lo que ocurre en la Argentina, en España el fenómeno no pasa inadvertido para las autoridades. En enero, una cumbre de presidentes autonómicos acordó impulsar políticas que frenen el éxodo rural. Y el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dispuso días atrás integrar una comisión que deberá proponer estrategias frente al reto demográfico.

En Italia, Gangi, un ayuntamiento de 7000 habitantes ubicado entre Palermo y Siracusa, en Sicilia, a los pies del volcán Etna, está apelando a un recurso original para frenar su paulatina despoblación: regalar las casas que quedaron abandonadas por familias que emigraron. Eso sí, bajo la obligación de acondicionarlas, porque están muy deterioradas. En el sitio oficial del municipio puede leerse este mensaje: «Informamos a los italianos y a los ciudadanos europeos que en el pueblo de Gangi hay casas que garantizamos libres de cargas para quienes las quieran ocupar».

La iniciativa resultó tan exitosa -la mayor parte de las casas ofrecidas ya fueron ocupadas- que otros pueblos, en Sicilia y en otras regiones del país, la están replicando.

– LA NACION