Daniel Kroneberger: “No creo que hoy haya consenso para que el radicalismo forme un frente en La Pampa”

El diputado nacional y vicepresidente primero del Comité Provincial de la Unión Cívica Radical, Daniel Kroneberger, sostuvo ayer en General Pico que de acuerdo con su apreciación “no hay consenso” para que el centenario partido forme un frente en La Pampa, con lo cual se desvanecería la posibilidad que ‘Cambiemos’ integre al centenario partido fundado por Leandro Alem.

El exintendente de Colonia Barón, además, habló sobre distintos temas de índole nacional, marcando algunas diferencias con administración que encabeza Mauricio Macri. “Sabíamos que había que ajustar, por ejemplo en las cuestiones tarifarias, pero el gobierno de Cambiemos se equivocó en la instrumentación y en la forma de hacerlo; cometió muchísimos errores estratégicos”, manifestó.

Al referirse a las cuestiones partidarias, Kroneberger señaló que “hacía muchos años que el radicalismo no dirimía sus cargos internos mediante una elección interna, esta vez se dio porque a la hora de la negociación no encontramos la forma de que todos los sectores se sintieran representados en la ocupación de los cargos de la manera que pretendían. Allí hubo un ganador claro, fue la lista que encabezaba ‘Poly’ Altolaguirre, nosotros hicimos una excelente elección, porque lo que se vio es que, por un lado, estaba el interior de La Pampa, y, por el otro, Santa Rosa y General Pico. La elección fue pareja y el resultado marcó que ellos eran ganadores, pero por poco margen”.

Acotó que “como corresponde, hoy estamos todos juntos trabajando, asumí como vicepresidente primero en el marco de un acto que se desarrolló en Pico, que colmó todas las expectativas, a salón lleno, y creo que le vino muy bien al radicalismo. A mí me parece que esa es la muestra acabada de que el radicalismo sigue muy vivo en La Pampa, está movilizado, que es lo que pretendemos desde la conducción, y con la Mesa estamos yendo casi todas las semanas a alguna localidad de la provincia para hacer un reunión zonal. Esto muestra la militancia que tiene el radicalismo, que está motivada y movilizado”.

¿Entiende que hay un relanzamiento de la marca UCR en La Pampa?

Yo creo que sí, son procesos que se van dando dentro de los partidos. Si recordamos, la Alianza en el 2001 tuvo al radicalismo dentro, pero en el 2005 fuimos como ‘Lista 3’, fue como que el radicalismo también necesitó en aquel momento retener ese sello para demostrar que estábamos y que manteníamos la mística radical.

¿Ahora también lo necesitan?

A lo mejor s’. Llevamos varios años en los cuales hablamos de frentes, quizá naturalmente y tal vez sin proponérselo, es probable que el radicalismo esté buscando ese sello, que la militancia radical quiera recuperar aquella identidad y sentido de pertenencia muy fuerte.

Igualmente, como corresponde y se estila en el radicalismo, la decisión se va a tomar en una Convención, que será a fines de abril o mayo, donde se determinará de que manera iremos en las elecciones legislativas de éste año.

¿Qué cree que puede pasar en esa Convención?

Yo recorro mucho La Pampa y, hablando con los radicales, veo que no hay una postura firme en cuanto a que el radicalismo forme un frente. La convención del radicalismo necesita de los dos tercios de los presentes para tomar una decisión en cuanto a la conformación del frente, y no veo que estemos ni cerca de ese número.

Hoy no están dadas las condiciones ni los números para que se arme un frente, obviamente, después cada dirigente va a salir a trabajar y pregonar por la aceptación de su postura y quizá puede cambiar el escenario, pero yo no lo veo tan sencillo.

¿Qué evaluación hace usted de la marcha del Gobierno de Cambiemos?

Todos sabíamos que el gobierno que asumiera en diciembre del año pasado iba a tener que tomar medidas que no iban a ser populares. Quienes sabíamos como venía accionando el kirchnerismo en la faz económica, sabíamos un año antes que la bomba iba a quedar activada y hasta pensábamos que podía explotar antes que ellos se fueran, que iban a estallar antes muchos conflictos sociales.

Sabíamos que había que ajustar, por ejemplo en las cuestiones tarifarias, pero el gobierno de Cambienos se equivocó en la instrumentación y en la forma de hacerlo; cometió muchísimos errores estratégicos tomando medidas que lo llevaron a pagar un costo político que tendría que haber evitado.

En definitiva, creo que los argentinos vivimos los últimos años en un país ficticio sostenido por los subsidios, pero eso no se puede sostener en el tiempo porque no hay economía que lo soporte. A los subsidios había que sacarlos, pero de manera gradual como para que el golpe no sea tan grande.

¿Entiende que el gobierno nacional se desgastó antes de tiempo?

De alguna manera sí, tuvo un gran desgaste a partir de los desaciertos en los métodos utilizados en algunas cuestiones, con medidas que no fueron bien tratadas, ni instrumentadas.

¿Influyeron en el desgaste los casos vinculados con posibles hechos de corrupción?

Voy a referirme a un hecho concreto para que sirva como ejemplo. Es el tema del Correo: yo soy amigo de Oscar Aguad (el ministro de Comunicaciones), he hablado con el personalmente y analizado el tema.

Está bien la decisión adoptada por el Gobierno que quería cobrar una deuda que el kirchnerismo no quiso cobrar nunca, quizá porque tenía negocios con Macri padre y esperaba que la deuda se licuara.

De todo modos, tampoco hay dudas que allí hay un conflicto de intereses y está claro que el Gobierno actual se equivoca en el tratamiento, porque tenía la herramienta del Congreso para que tome una decisión que dejara al Ejecutivo de libre de cualquier sospecha. Me parece que el error fundamental es ese.

¿Este es un gobierno que tiene muchos técnicos y pocos políticos?

Me parece que es un gobierno que sigue la línea política que han definido los técnicos, donde hay tres figuras preponderantes, que son (Marcos) Peña, (Gustavo) Lopetegui y (Mario) Quintana, que son los que toman las decisiones, y hay allí poco de política. Eso no lo digo yo solo, también lo dice Emilio Monzó, que es el presidente de la Cámara de Diputados.

Falta la porción de política, porque el técnico o el CEO está acostumbrado a las empresas, donde los números mandan y hay que lograr ganancias, pero el país es otra cosa, porque ante cada decisión hay mucha gente que sufre porque no puede llegar a fin de mes o directamente porque puede perder el trabajo. El Estado debe bregar por el bienestar de la gente, que no sólo es cuestión de que los números den.

¿Cómo se imagina el año en la Cámara de Diputados?

Por ser un año electoral, posiblemente el Congreso no tenga la actividad del año pasado, donde se trataron leyes importantes todas las semanas, muchas de ellas pedidas por el Gobierno. Como todos los años electorales, seguramente será más pasivo en lo estrictamente parlamentario.

Las herramientas que el gobierno necesitó se dieron el año pasado, obviamente este año todo será más discutido, porque hay sectores que han acompañado al gobierno, como el ‘massismo’ y hasta el propio PJ, que este año seguramente van a estar más ásperos, porque es un año electoral y será más difícil consensuar leyes.

Hoy se habla mucho de los problemas que genera en la economía del país la alta carga impositiva. ¿La reforma tributaria está en la agenda de 2017?

Ya hemos dicho que es necesaria una gran reforma tributaria. En el gobierno anterior se insinuó, pero nunca se cristalizó y me parece que la Argentina tiene que darse esa discusión, pero de la mano de eso deberían plantearse políticas de estado consensuadas entre los diferentes sectores.

Veo países cercanos, mucho más chicos que la Argentina, como Uruguay o Chile, en el que los ciudadanos ni piensan en la inflación, no es un problema para ellos.

Nosotros tenemos una economía dolarizada, estamos atentos a los índices de aumentos de precio…, no somos previsibles, la carga tributaria es terrible; la discusión se tiene que dar en algún momento.

Por qué cree que no se da esa discusión?

Primero, porque hay mezquindades donde cada sector trata de posicionarse mejor de cara a cada proceso eleccionario, que en la Argentina son cada dos años, por lo tanto, vivimos en campaña y en ese marco prevalecen los intereses personales y sectoriales por sobre el conjunto. Creo que esto algo tiene que ver.

Por otro lado, más allá que nosotros apoyamos a este espacio político y a este gobierno, debemos decir que el primero que tiene que dar una señal en este sentido es el propio gobierno. Debió ser el anterior, no lo hizo, por lo tanto le toca a Mauricio Macri crear el ámbito para discutir estas cosas.

Si no logramos un acuerdo en cuatro o cinco temas fundamentales, nunca vamos a salir de la política del péndulo, yendo indefinidamente entre un extremo y el otro.

¿Cómo cree que le va a ir al gobierno en las elecciones de octubre?

La oposición está muy fragmentada, por lo tanto, me parece que el gobierno puede mantener el caudal electoral. En la provincia de Buenos Aires no se avizora una unión en la oposición, pero creo que el gobierno hoy depende más de eso que de sus propios méritos para obtener un buen resultado.

Hace pocos días usted presentó un proyecto para que General Pico tuviera conexión aérea. ¿Cree que puede prosperar?

Entiendo que sí, yo no puedo entender porqué General Pico, que tiene una Zona Franca, Universidad y siendo la segunda ciudad de La Pampa no tenga un vuelo. Hace mucho que insistimos con este tema, hasta ahora nos fue imposible lograrlo, pero ahora aparecen las ‘low cost’ en el escenario y eso ha generado un cambio en las políticas aeronáuticas. Vamos a ver si ahora tenemos más suerte en éste sentido. No vamos a dejar de insistir.

– La Reforma