La edila ratificó que el cuerpo mantendrá sus compromisos de pluralismo y sus vínculos con organizaciones de la sociedad rosarina.
La presidenta del Concejo Municipal, Daniela León, fue la encargada de darle la bienvenida a la intendenta Mónica Fein en el acto de apertura del período de sesiones ordinarias de 2017. «Este es un momento relevante de la democracia, ya que ofrece la oportunidad de pensar los desafíos que nos esperan y reflexionar sobre las responsabilidades que asumen el Ejecutivo y el Concejo Municipal ante la ciudadanía», enfatizó.
En otro tramo de su uso de la palabra, León consideró que la apertura del año legislativo «es una instancia propicia para establecer las agendas de proyectos y realizaciones, definir rumbos y plantear las características de los abordajes para los grandes temas de nuestra ciudad».
También destacó que «el Concejo viene a esta primera reunión del año ratificando su compromiso con el pluralismo y la vigencia de los vínculos construidos con las organizaciones de la sociedad civil», para mencionar que el propio cuerpo deliberativo «viene también, con importantes avances alcanzados en materia de transparencia institucional».
Y subrayó: «La transparencia en la gestión pública representa uno de los ejes centrales de las actividades que desarrolla el Concejo. Esto significa una gestión cuidadosa y exhaustiva en la aplicación de los recursos». Y confió que «tenemos una voluntad consensuada de resolver problemas operativos de larga data, incorporar herramientas y tecnologías que reducirán tiempos de gestión y facilitarán el contacto con los ciudadanos».
León admitió que «compartimos con el Ejecutivo el interés por esta región en la que Rosario ocupa una responsabilidad principal como claro referente».
Asimismo, destacó que «con estos procesos en marcha, con logros que nos ponen cada vez más cerca de la gente, llegamos a este comienzo de un año de trabajo que seguramente será arduo pero fructífero. Nos disponemos a abordarlo con sensibilidad, respeto y solidaridad para todos y cada uno de los vecinos de Rosario y de la región».
Insultos y gritos en plena sesión
La primera sesión ordinaria del año en el Concejo terminó en escándalo. Cuando los ediles trataban las 350 suspensiones en la planta de la automotriz General Motors en Alvear, la concejala Marina Magnani (Unidos y Organizados) responsabilizó al gobierno nacional por la crisis y le gritó a su par radical Martín Rosúa: «Hijo de puta». El ex subsecretario de la Producción local replicó de inmediato. «Sos una cínica». Y el edil del PRO, Carlos Cardozo también le pegó: «Chora», disparó.
– La Capital