Esta noticia resulta muy auspiciosa, si se tiene en cuenta que se trata de un tema tan importante y que ya sea, por problemas coyunturales (por las urgencias de corto plazo) como por las mezquindades políticas (históricas), no permitieron que el país tenga un sistema justo que permita el desarrollo de todas las regiones y sus ciudadanos.
La noticia destacaba que ya se reunieron los ministros del Interior, Obras Públicas y Vivienda, de Hacienda, de Finanzas y de Educación, con ministros de Economía de las provincias para debatir la nueva ley de coparticipación.
¿Qué es la coparticipación?
La coparticipación federal de impuestos es el sistema de rango constitucional, que tiene por objeto coordinar la distribución de la recaudación de impuestos nacionales debido a una delegación efectuada por los estados provinciales a la Nación quien debe recaudar, retener su parte y redistribuir el resto.
En la actualidad este sistema está regido por la Ley Nº 23.548, sancionada en 1.988 pero la modificación de la Constitución Nacional de 1.994, estableció la sanción de una nueva ley que aún se está esperando.
Los antecedentes de este sistema datan de la Constitución Nacional de 1.853 en donde la Argentina adopta el sistema federal de gobierno. A partir de ese momento, junto con las sucesivas crisis económicas y políticas, comenzaron las modificaciones a este sistema que lo han convertido en inequitativo y anacrónico.
Los principales defectos que se le reconocen al actual régimen son las serias deficiencias que presenta, ya que, por ejemplo, existe una total ausencia de correspondencia entre lo que se gasta y recauda; los ingresos nacionales para distribuir entre las provincias no se cumplen ya que la Nación se fue apropiando de un porcentaje cada vez mayor mientras que las provincias se hacen cargo de la educación y de la salud; la distribución entre las provincias no responde a ningún criterio racional y no se explicitan los criterios redistributivos; coexisten muchos mecanismos de distribución ad hoc a la coparticipación federal que hacen que el sistema sea extremadamente complejo; el régimen es muy rígido y no acepta cambios cuando se modifica el ciclo económico; el sistema es poco transparente e inequitativo (facilita ineficiencias en gastos y distorsiones en la asignación de recursos) y desde el reinicio de la democracia hubo alrededor de 20 modificaciones al régimen, entre pactos federales y leyes nacionales. La falta de una ley acorde con las exigencias de la Constitución nacional determinó que el sistema sea inestable y sujeto a permanentes negociaciones.
Se puede concluir que estas características dieron por resultado el lento retroceso del federalismo, tanto desde el punto de vista económico como institucional. Ha llegado el momento de cumplir con el mandato constitucional y diseñar un nuevo sistema de coparticipación tributaria que sea verdaderamente federal y lo más equitativo y solidario posible.
Mgter. Geltra Sacchi – Instituto de Economía – CPCE – Los Andes