En off, algunos intendentes aseguran que la iniciativa es una estrategia del ejecutivo para desprestigiar a las comunas que no son afines al Gobierno en un año clave. “Nuestra idea no es intervenir a nadie, sino invitarlos a participar”, aclara Lucas Delfino.
HISTÓRICO. Así calificó al ranking de gestión municipal que actualmente se encuentra en etapa de desarrollo. “Probablemente en dos meses podamos llevarlo a cabo”, sentenció Delfino.
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«No vamos a perseguir a nadie. La idea es poner temas sobre la mesa para discutir como funcionan los municipios. No hay nada que temer». Con esa frase, Lucas Delfino abre el diálogo sobre un tema que hoy preocupa (y ocupa) a muchos intendentes de todo el país: el ránking de gestión, que actualmente atraviesa su etapa de desarrollo pero que «en dos o tres meses se presentará formalmente», asegura el subsecretario de Asuntos Municipales.
En otras palabras, entre abril y mayo, a cinco meses de las elecciones legislativas, el Gobierno premiará a los 50 municipios mejor rankeados. «Muchos intendentes nos critican, nos dicen que planteamos esto para beneficiar a Cambiemos, cuando todavía no tienen idea de cuál va a ser la metodología ni las variables», cuenta Delfino, en un diálogo exclusivo con Municipios llevado a cabo en la redacción de Ámbito Financiero.
Periodista: ¿Cuáles serán esas variables?
Lucas Delfino: situación fiscal, buen desempeño en modernización, transparencia. Qué presupuesto gastan en obra propia. Relación habitantes-empleados municipales y presupuesto y cómo ejecutan las obras públicas.
P.: Algunos insisten en que se trata de una intervención.
L. D.: De ninguna manera. No va a ser una intervención, no vamos a obligar a nadie. Nosotros somos respetuosos de las autonomías municipales, la preexistencia de las provincias a la Nación. Esto es al revés, los vamos a invitar a participar. Hasta ahora, el que tenía todo ordenado, el que gestionaba bien, no recibía nada. Queremos empezar a modificar eso y premiar al que hace bien las cosas.
P.: ¿Qué tiene para decirle a los que se quejan de la herencia y tienen el temor lógico de quedar afuera?
L. D.: Les diría que tienen que empezar a ver la película y no tanto las fotos. Yo entiendo que muchos heredaron municipios destruidos y que tuvieron y tienen serios inconvenientes en la gestión. Por eso pensamos en varios indicadores y puntajes. Puede ser que a uno le de mal la relación habitantes, empleados y presupuesto, pero le puede dar bien el resto y promedia una buena calificación. Lo más importante, más que la radiografía actual, es comparar este año con el siguiente. Lomas de Zamora 2017 contra Lomas de Zamora 2018, para poner un ejemplo.
P.: ¿Que falta para el anuncio oficial?
L. D.: Falta poco. Estamos estudiando caso por caso. Hay provincias que todavía no tienen coparticipación provincial propia, hay otras en donde la coparticipación paga exclusivamente sueldos de empleados. Estamos terminando de definir estas excepcionalidades, porque nuestro país es heterogéneo y si bien eso es un valor agregado, a la hora de hacer un ránking de estas características hay que tenerlo en cuenta.
P.: ¿Quiénes participan del proceso de armado y articulación?
L. D.: Por pedido del ministro (Rogelio) Frigerio estamos escuchando diferentes voces, trabajando con universidades y distintos especialistas para tratar de hacer la mejor selección posible. Las provincias tendrán que acompañar y mucho, lo mismo que los municipios.
P.: Hay datos que son incomprobables. ¿Tienen en cuenta esto?
L. D.: Es verdad. Algunos son accesibles, como por ejemplo cómo funciona un municipio en datos abiertos, en modernización. Otros se pueden conseguir a través de los tribunales de cuentas de las provincias. Después hay datos en donde vamos a tener que confiar en cada municipio. Deberán entregar una declaración jurada de buena fe.
P.: ¿Usted cree que hay municipios que pueden fraguar datos?
L. D.: Sería como hacerse trampa en el solitario
P.: Básicamente se trata de una política de diagnóstico y seguimiento
L. D.: Sin dudas, hacia eso vamos.
P.: Así como hay intendentes reticentes, imaginamos que hay un grupo colaborativo.
L. D.: Exacto. Muchos nos han manifestado que quieren participar. Nos preguntan donde tienen que anotarse. Quieren involucrarse, hay voluntad.
P.: ¿Todos pueden participar?
L. D.: Vamos a hacer un corte poblacional de más de 50 mil habitantes. De todos modos, los que no estén bien rankeados pero tengan la vocación de participar, van a tener herramientas para gestionar mejor. Vamos a capacitarlos, a planificar con ellos. De acá a dos o tres años van a ser muchos los que se sumen
P.: ¿El resto?
L. D.: Sin dudas serán los vecinos los que le pidan explicaciones de por qué no están
P.: ¿Cuales serán los beneficios para los mejores?
L. D.: Primero, que la opinión pública y sus vecinos sepan que determinados municipios tienen buenas prácticas. Después hay un proceso que se va a dar naturalmente. Nosotros nos juntamos con organismo multilaterales que nos plantean que tienen un programa, un financiamiento, un proyecto y nos consultan con qué municipio lo pueden llevar a cabo. Para evitar cualquier arbitrariedad, vamos a decir: en materia de datos abiertos, este ha rankeado muy bien, en cuanto a eficiencia fiscal, este tiene muy buenos números. En la ejecución de las obras públicas, vamos a premiar a aquellos que ejecutan bien, que han cumplido con los plazos en tiempo y forma. Ellos van a tener la prioridad
P.: ¿El lanzamiento va a ir en paralelo al plan de ejecución de obras que tiene planificado el Gobierno para este año?
L. D.: Sí. Justamente queremos esperar que corran los días para ver cómo se van encaminando muchas de estas obras.
P.: ¿Cómo va a jugar este ránking en un año electoral?
L. D.: Transciende lo electoral. Queremos que se transforme en una herramienta que sirva para ordenar a los municipios. Hay un gran desorden en algunos casos. Caleta Olivia, por ejemplo, recibía 28 millones de pesos por mes para pagar salarios. Quiere decir que tenía 150% de su presupuesto para gasto corriente. Hoy Facundo Prades con mucha dificultad durante un año pudo ir ordenándolo. Antes la relación de los municipios con el gobierno nacional les permitía hacer cualquier cosa. Nosotros queremos cortar con eso y ordenarlos
P.: ¿Cree que su relación con algunos intendentes va a cambiar este año?
L. D.: Puede ser, esperemos que no, porque la relación de este Gobierno con todos los municipios es excelente y cualquier cortocircuito en la relación podría generar problemas. La política ha evolucionado mucho en la Argentina. Podemos tener diferencias ideológicas, de partido político, pero la obra es de la gente.
P.: ¿Por dónde pasan los ejes de su gestión hoy?
L. D.: Fundamentalmente por tres objetivos: igualar las oportunidades de todos los municipios y terminar de articular la obra pública. Ahora le sumamos Procrear al manejo del Ministerio del Interior que es un enorme desafío porque es un desarrollo integral de vivienda. El tercer punto es estar mucho en el territorio, que es lo que nos pide el ministro, que estemos poco en Buenos Aires y mucho recorriendo el país.
P.: ¿Cómo van a articular el Procrear?
L. D.: Creemos que si se segmenta bien y se puede abordar a cada una de las poblaciones. Los que no ten gan ingresos o ganen menos de quince mil pesos van a ir a vivienda social; entre 15 y 30 mil pesos van a calificar para un plan donde se duplican los fondos que tienen y más de 30 mil pesos van a tener acceso al crédito hipotecario.
P.: Para cerrar y volviendo al principio: ¿Que les diría a los que hablan del fantasmas del ránking?
L. D.: Que se tranquilicen. Que hoy deben abrir las gestiones y transparentar lo que están haciendo. No queremos hacer una investigación pormenorizada sino todo lo contrario. Pero hay comunas que a un año de gestión aún no tienen publicado en su web institucional el organigrama del municipio. Nadie sabe cuántas direcciones o secretarías hay, ni cuanta gente se contrata, etc… Insisto, vamos a ser justos. Pero no hay que perder de vista que somos el Gobierno nacional y tenemos mucha exposición para plantear cuáles son los municipios que funcionan bien y los que no.
LEANDRO FERREYRA Y GUILLERMO GAMMACURTA – Ámbito