La Municipalidad de Añelo les paga el pasaje de vuelta a su provincia de origen a las familias que llegan con la ilusión de conseguir un trabajo de inmediato, en alguna de las empresas radicadas en el departamento desde el descubrimiento de la formación hidrocarburífera Vaca Muerta.
“En promedio tenemos un caso por semana de familias que llegan con la esperanza de conseguir un trabajo y ni siquiera pueden alquilar una casa para instalarse. Cuando vienen al Municipio a pedir ayuda, lo único que podemos hacer nosotros es pagarles el viaje de regreso”, le contó el intendente de Añelo, Darío Díaz, a LM Neuquén.
El jefe comunal describió un panorama desolador para quienes están pensando en mudarse en lo inmediato a la localidad que cambió radicalmente desde que se descubrió una inmensa riqueza en bruto en su subsuelo.
“Sigue viniendo gente y nos pide ayuda porque no hay trabajo y los alquileres no han bajado, a pesar de que hay muchas casas y departamentos que se desocuparon con la caída de la actividad de las petroleras”, repasó Díaz.
La realidad inmobiliaria de Añelo fue abordada en un extenso reportaje publicado ayer por el diario La Nación. Una de sus conclusiones indicó que es más caro alquilar o comprar un inmueble en la localidad neuquina de los sueños petroleros que en Puerto Madero, la exclusiva zona de torres levantadas al borde del Río de la Plata en la década de los 90 (ver abajo).
Los dos anuncios que encabezó este año el presidente Mauricio Macri sobre la inminente explosión de inversiones en la prometedora formación hidrocarburífera neuquina agitaron la llegada de foráneos pobres en búsqueda de trabajo. Las presentaciones mediáticas de Macri no fueron acompañadas aún por acciones con incidencia directa en el territorio que contiene gas y petróleo en cantidades inmensas entre las rocas de su subsuelo.
“La desocupación es la preocupación más grande en el presente”, analizó el intendente de Añelo al mismo tiempo que advirtió que “en lo inmediato no hay muchas expectativas de reactivación, acá todavía no avanza nada”.
En la visión del jefe comunal, el presente es oscuro y el futuro inmediato, incierto, “sin demasiadas expectativas” más que la que podría alentar la obra pública. En cambio, en el largo plazo deposita grandes esperanzas basadas en los anuncios de inversión de algunas compañías hidrocarburíferas.
70 jefes de familia están sin trabajo hoy en Añelo.
La pequeña localidad neuquina fue epicentro de un boom de inversiones que hizo crecer su población. Con la crisis del crudo muchos se fueron, pero algunos esperan reinsertarse.
Difícil: Es el presente inmediato en Vaca Muerta. Esperan mejoras a largo plazo.
Los alquileres están por las nubes
El prometido boom petrolero de Añelo tentó a desarrolladores inmobiliarios nacionales, que operan con precios superiores a los de Puerto Madero.
El diario La Nación puso de relieve la veta positiva para los negocios inmobiliarios con el anuncio de un acuerdo con los sindicatos para la explotación de Vaca Muerta. “La noticia generó una ola de confianza sobre el potencial de los ladrillos en la zona”, destacó un reportaje publicado ayer por el matutino.
En el artículo se cita al empresario Damián Lopo, director de Crowdium, una empresa de crowdfunding inmobiliario que tiene en su cartera de inversiones a Altos de Añelo 1, uno de los cuatro edificios terminados que conforman el proyecto.
“Es uno de los primeros desarrollos terminados en la localidad”, destacó el ejecutivo. “Fue tanta la demanda, que planeamos el lanzamiento de Altos de Añelo 2, otro de los edificios terminados”, agregó. En este último caso planea reunir alrededor de $35 millones.
Lopo desembarcó en el área antes de los anuncios presidenciales que involucraron al sector energético. Las perspectivas de la zona anticipan un futuro que se intuye auspicioso. “En los negocios financieros al igual que en el mercado inmobiliario, si el inversor quiere un buen upside de su inversión, tiene que comprar con el rumor y vender con la noticia, como dice el dicho”, afirma Lopo y profundiza: “Hoy el petróleo se encuentra en el mínimo histórico, lo cual presupone una menor demanda, y nos permitió negociar con mejores condiciones de compra. Paralelamente, y para mitigar el riesgo, mientras el mercado del petróleo se reacomoda logramos negociar un contrato de alquiler por dos años a u$s 25/m2, un precio superior a lo que se paga en Puerto Madero por algunas oficinas”.
María Isabel Sanchez – La Mañana de Neuquén