Mendoza es una de las provincias con mayor desarrollo comercial en el área y cuenta con legislación que acompaña. Las empresas locales entienden que estos sistemas de generación eléctrica convivirán con las formas tradicionales
La generación de energía a partir de fuentes renovables como el sol, para alimentar de electricidad una vivienda, está cada vez más cerca de transformarse en una solución definitiva a los problemas de ahorro energético y aumento en las tarifas. En Mendoza las empresas dedicadas a la colocación de sistemas solares fotovoltaicos vieron incrementadas las consultas en los últimos meses.
Paralelamente se abaratan los costos de los equipos a nivel mundial, haciendo que las posibilidades de acceso a las nuevas tecnologías se masifiquen en los hogares.
Siguiendo esta tendencia, desde el Gobierno se discute una legislación para regular y estimular este tipo de iniciativas que buscan complementar el uso de paneles con la conexión a la red eléctrica.
La legislación que rige en Mendoza para este tipo de sistemas, está contemplada por el EPRE (Entre Provincial Regulador Eléctrico). Esta disposición les permite a los usuarios particulares generar su propia energía, y si tienen un excedente volcarlo a la red. A nivel nacional se discute una ley general que se intentará sancionar en marzo y poner en vigencia en julio.
El proyecto de ley de generación distribuida fue presentado a fines de 2016 en el Congreso y su objetivo es incentivar a los residentes particulares para que instalen paneles solares que permitan tomar la radiación del sol para convertirla en electricidad. El esfuerzo estará enfocado en apoyar la adquisición de equipos mediante una tarifa de incentivo.
Actualmente para una vivienda familiar tipo, con dos adultos y dos menores, se necesitan colocar paneles solares de 1.500 vatios nominales. El costo de este sistema es de $100.000: $80.000 para adquirir el equipo importado y $20.000 en gastos de instalación, mano de obra y los trámites administrativos que se requieren para que esté habilitado.
Los paneles son resistentes al granizo, las heladas y grandes amplitudes térmicas. No requieren de mantenimiento, sólo una limpieza al año, que pueden realizarla los mismos usuarios. Tienen 30 años de vida útil y 5 años de garantía. Además se pueden complementar con otros sistemas para ahorrar gas como los termotanques solares para calentar agua y para climatizar ambientes.
El mercado
En la provincia utilizan paneles solares unos 50 usuarios, entre residencias, industrias y comercios. El número aún es escaso, pero comparado con otras provincias es elevado. Además el sector público lo ha impulsado desde algunos municipios. Tal es el caso de Godoy Cruz, que instaló paneles en jardines maternales y en los galpones del Paseo Verde Luis Menotti Pescarmona.
Ese departamento cuenta a su vez con el primer edificio solar del país. Se trata de 32 departamentos que cuentan con energía solar para iluminación y calefacción.
Algunas bodegas también se han volcado a este dispositivo que comienza a observarse tímidamente en casas particulares de Guaymallén y pronto se extenderá en distintos puntos de la provincia.
«Hay más consultas pero al momento de concretar la compra todavía la gente no dispone tan fácil del dinero. A nivel residencial los plazos de recupero de la inversión siguen siendo largos. Estamos instalando equipos en Blanco Encalada. El equipo por ahora no se fabrica en Argentina, pero hay acuerdos para instalar una fábrica canadiense en Mendoza», dijo Gonzalo Gómez, gerente comercial de una de las cuatro empresas que ofrecen este servicio en la provincia.
«Lo bueno es que uno aprovecha toda la energía ya que la que no se usa, se vuelca a la red y eso luego se descuenta de la factura. El medidor es bidireccional, cuando ingresa energía gira en un sentido y cuando sale gira en el otro. Vemos que hay un mercado incipiente y estamos con mucha expectativa de desarrollo porque se está tratando una ley que va a traer aparejado, beneficios adicionales para la gente que instale estas tecnologías en sus hogares», precisó Gómez.
«La mayor parte de generación de energía en la Argentina es de origen fósil, es decir, se quema combustible para transformarlo en electricidad. Está vigente una ley que dice que para fin de este año tendríamos lograr que el 8% de la generación sea de origen renovable y estamos lejos, ya que ni siquiera llegamos al 1%», describió Alexis Atem, miembro de otra de las firmas que instalan paneles solares y fabrican termotanques.
«En el último tiempo los precios ha caído muchísimo a nivel global y empieza a ser mucho más accesible desde hace un par de años este tipo de tecnologías. Esto se debe a que mejoraron las escalas de fabricación y varias empresas compiten en el mundo», analizó Atem.
por Javier Cusimano – Diario UNO