35 años. Rubén Daniele va por un nuevo período al frente del Suoem. Ha estado con todos los intendentes desde el regreso de la democracia.
El jefe de los municipales se presentará como candidato para las elecciones en octubre, en busca de su 12º mandato.
Cumple 65 años en abril, pero dice que puede buscar la reelección antes.
Admite haber antepuesto los intereses gremiales a los de los ciudadanos.
Rubén Daniele lleva 32 años y 11 mandatos ininterrumpidos al frente del sindicato de los municipales de la ciudad de Córdoba (Suoem). Y ya tomó la decisión de presentarse otra vez como candidato para el que sería su décimo segundo y último período, si gana las elecciones.
“Mi decisión ya está tomada y me voy a presentar”, afirmó ayer el gremialista que el 23 de abril próximo cumplirá 65 años, lo que lo obligará a iniciar de inmediato los trámites jubilatorios.
Las elecciones de los municipales se realizarán a mediados de octubre próximo. El sindicalista rechaza que haya barajado la opción de adelantarlas para que le den los tiempos para postularse. El estatuto municipal impide que se presente si ya está jubilado.
Daniele considera que como en anteriores comicios la presentación de listas será entre fines de agosto y principios de septiembre. Para esa fecha tentativa habrán pasado recién cuatro meses del inicio del trámite jubilatorio.
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Aunque ya en 2011 prometió retirarse en 2014 y dijo que tendría como sucesor al abogado del gremio Roberto Nágera, al final justificó su continuidad por otro mandato argumentando falta de consenso dentro de la oficialista lista Verde para designar otro candidato.
Licenciado en Economía y proveniente del peronismo combativo, Daniele transitó un tiempo por el delasotismo como diputado y desde 2003 mantiene su defensa del modelo kirchnerista.
Si triunfa en las elecciones de octubre, Daniele asumiría el 3 de enero de 2018.
Su último mandato de tres años se extendería hasta 2020 y cumpliría 35 años en el poder sindical.
Se daría la circunstancia inusual de haber conducido el Suoem con el intendente Ramón Bautista Mestre e irse después de que haga lo propio Ramón Javier Mestre, además de haber pasado por otras cuatro gestiones de intendentes municipales.
–¿Tiene decidido ir por otro mandato? ¿Los tiempos se lo permiten antes de jubilarse?
–Mi decisión ya está tomada; me voy a presentar. Los tiempos me dan perfectamente sin adelantar ni modificar nada de los establecido por el estatuto gremial. Me sobra el tiempo.
–¿La Municipalidad no puede apurar su jubilación?
–Después de cumplir los 65 años la Municipalidad notifica que se debe iniciar el trámite de jubilación. Lo normal y natural es que a todos los empleados les da un año de plazo para hacerlo.
La presentación y oficialización de listas sería entre fines de agosto y principios de septiembre y si no estoy jubilado, soy el candidato.
–¿Qué lo lleva en lo gremial y personal a presentarse otra vez?
–Si no me postulo, la lista Verde se va a presentar toda dividida, con al menos tres candidatos. En la anterior elección propuse otro candidato (Roberto Nágera), pero no logré consenso. En lo personal, tengo ganas y no me veo haciendo otra cosa.
–¿No le molesta que lo cuestionen por 32 años de poder?
–No, para nada. Eso lo tengo muy asumido y estoy tranquilo.
–¿Cómo es su relación con el intendente Mestre?
–No quiere hablar conmigo. Está enojado y me echa la culpa por los cuestionamientos que tuvo por sus dos cocineros. Yo no tengo nada que ver con ese tema. Ya no quiero hablar con Mestre.
«No quiere hablar conmigo. Está enojado y me echa la culpa por los cuestionamientos que tuvo por sus dos cocineros. Yo no tengo nada que ver con ese tema. Ya no quiero hablar con Mestre».
–¿Y que opina de su gestión en la ciudad?
–Floja. Le esta faltando gestionar y no hay cohesión. Tienen bajones. Veo marchas y contramarchas. Un ejemplo concreto es el caso de la basura. Tanto que se habló y terminó mandando una cosa a las apuradas a extraordinarias del Concejo Deliberante.
–¿Qué autocrítica hace después de 32 años en el Suoem?
–De haber sido muy corporativo, de haber puesto por delante de los derechos de la ciudadanía los derechos nuestros. De haber puesto a la cabeza los problemas nuestros, por ahí sin importarme qué consecuencias puede tener sobre la población
–¿Sabe que por esa actitud lo critican y lo insultan?
–Sí, sé que me recontraputean. Y cuando hay conflicto, paro y movilización crecen las puteadas. Es una función imposible de llevarla adelante bien sin molestar al vecino, aunque no nos guste hacerlo.
–¿Cuál fue el mejor y peor intendente de la ciudad?
–Mestre padre fue el mejor de los intendentes y Germán Kammerath el peor.
(Fotoilustración de Oscar Roldán). Por Luis Roberto Kempa – La Voz del Interior