100 toneladas de cerezas empacaron en la planta municipal

Esta semana culmina la cosecha de la última variedad de cerezas. La planta hace el proceso de empaque de las variedades bing, y cerezas tardías como lupins y sweet heart.

Los Antiguos, comunidad del noroeste santacruceño, que es conocida tanto a nivel local como mundial, no solamente por las bellezas de sus paisajes sino que principalmente, por la producción de fruta fina como es la cereza.
Sobre este particular, TiempoSur-Digital dialogó con Nicolás Gallardo, el productor más joven que tiene la localidad, y que desde hace dos años tiene la concesión de la planta de empaque.
“En este momento estamos trabajando, procesando cereza únicamente. La planta está para que todos los productores de Los Antiguos puedan acceder al servicio de empaque, que incluye lavado, calibrado y puesta en cajas para que los productores puedan comercializar” precisó Gallardo quien indicó que de esta manera “se cumple con lo que dicta la Ley de SENASA sobre consumos de alimentos, que especifica que tiene que ser procesada en una planta de empaque habilitada”.
Para esta temporada que comenzó “en diciembre y culmina esta semana, empacamos alrededor de 100 mil kilos”, detalló.
Sobre la importancia de empacar en una planta habilitada, Gallardo explicó a este medio que “cualquier productor de Los Antiguos que este registrado en SENASA como productor con numero de Rentas, puede también tener su fruta procesada y empacada en una planta de empaque, esto les permite que su fruta sea trasladada por las rutas del país, en este caso nada más, porque nosotros solamente hacemos mercado interno”.
Respecto de la cantidad de productores que empacan en la Planta, Gallardo dijo que si bien “la planta está disponible para todos los productores, hoy estamos trabajando con cinco productores que lo están haciendo con nosotros.”
“Solamente procesamos la fruta y la comercialización queda a criterio y a cargo del productor a quien va a venderle sus frutos” agregó al señalar que las variedades con las que se están trabajando son “la cereza tradicional que es la bing, y las variedades nuevas tardías que son sweet heart y lapins”. Respecto de éstas últimas explicó que “comercialmente son las más convenientes porque estamos en una época donde no hay cerezas en el resto del país, ni del mundo. Entonces llegamos tarde al mercado, que es bueno para nosotros por los precios y por el hecho de estar donde estamos, Santa Cruz, que es el último lugar donde se produce”.
Consultado sobre la situación de los productores de la localidad, Gallardo opinó que “los pequeños productores se han visto pasados por arriba por el sistema de comercialización más que nada, entonces se han vendido o loteado chacras. En la actualidad hay 28 chacras nada más, por lo que nosotros tratamos de ayudarlos para que se siga apostando a la producción, porque es la única producción que tenemos en Santa Cruz en agricultura, en cuanto a la magnitud de exportar, o de gente ocupada todos los años para trabajar”. “Queremos, de alguna manera, encontrar una solución para que esos productores no sigan loteando, prestándole un servicio. Si bien no la comercializamos, les traemos los compradores que tenemos para que ellos tengan una opción más; a veces se las entregamos empaquetadas en las chacras para que ellos la comercialicen a quien quieran directamente en la chacra, o en el pueblo”.
El joven productor consideró además que “si bien la cantidad de cerezas, en kilos, en el pueblo ha aumentado, ha disminuido la cantidad de productores. Somos productores independientes, y creo que los productores pequeños necesitan un incentivo porque últimamente tal vez fue más rentable lotear los terrenos o venderlos que producir. Una ayuda en la comercialización, en la producción, en la cosecha; son cosas que por ahí han hecho que los productores más pequeños desistan por el tema de que no ha sido rentable”.
Respecto de la mano de obra con la que cuenta en la empacadora, Gallardo precisó que “trabajamos con aproximadamente 120 personas en la temporada, y este año en el empaque solamente tomamos gente de Los Antiguos” y en cuanto al servicio que también prestan como es la cosecha dijo “tomamos un 40 por ciento de Los Antiguos y el resto de los trabajadores llamados golondrinas, ellos vienen casi todos los años bajando del norte de las distintas cosechas hasta llegar acá a la cereza, y luego vuelven a comenzar como por ejemplo ahora se van a la cosecha de la aceituna”.
Finalmente, sobre las expectativas a futuro aseguró que son “muy buenas con respecto al empaque municipal” porque “tenemos pensado realizar inversiones, un trabajo de capacitación a los productores más pequeños o independientes en cuanto al manejo de la fruta, tratar de buscarle esos incentivos que faltan, traer mano de obra capacitada para que puedan realizar sus trabajos. Un poco de abarcar esas pequeñas cosas que faltan para que el productor se sienta protegido en cuanto a que su producto pueda ser competente con el resto de los productores que están agrupados en cooperativas, o comercializando desde hace muchos años y lograron una calidad uniforme o una manera de trabajar más estable por el hecho de tener mano de obra especializada, que es lo que por ahí, yo veo que les falta al pequeño productor”

– Tiempo Sur