Los vecinos del barrio Nueva Esperanza, del sur de la ciudad, decidieron agruparse para “recuperar” los lugares públicos. Realizan distintas actividades, además de hacer el mantenimiento, como contención de los jóvenes.
Los trabajos de mantenimiento diario de la plaza serán confiados a uno de los vecinos para tener cuidado el lugar.
Uno de los versos del Martín Fierro reza: “Los hermanos sean unidos porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean los devoran los de afuera”.
Los vecinos del barrio Nueva Esperanza, al sur del departamento de Malargüe, tomaron esta idea y decidieron unirse y combatir ellos mismos los hechos de inseguridad, pero no con violencia, sino con contención y cooperativismo.
Ellos comenzaron a reunirse diariamente, como si fuera un ritual, alrededor de las 20 en la plaza del barrio. Allí empezaron también a realizar actividades con los chicos y jóvenes y aprovecharon para efectuar el mantenimiento de ese paseo.
Pintaron los bancos, arreglaron las luminarias y le dieron una “lavada de cara” a los senderos. Ahora falta completar el pasto en los distintos espacios que por ahora, son sólo de tierra.
Mirta Giménez, vecinalista y motor de muchas actividades en esa comunidad, señaló que “Al principio nos juntamos por una cuestión de inseguridad para que los vecinos estuviésemos un poquito más unidos”, explicó.
La mujer que ahora preside la Unión Vecinal del barrio dijo que de esa forma empezaron por añadidura las otras tareas que se multiplicaron día a día.
Desde que implementaron esta serie de medidas han notado que los grupitos de chicos que se juntaban en la zona sin objetivos están más controlados.
“Lo que tratamos de hacer es que la plaza sea un centro de reunión, de juntada de vecinos, y que todo esté un poquito más controlado y de paso contener a los chicos, especialmente a los adolescentes. Ahora los diferentes grupitos empezaron a reunirse, pero para jugar a la pelota”, señaló Mirta con un dejo de picardía.
Giménez también manifestó que han armado un grupo en las redes sociales y WhatsApp y se mantienen comunicados en caso de notar movimientos extraños o ajenos al barrio. “Es como una alarma comunitaria”, señaló. Hasta el momento han mejorado la plaza, haciendo trabajos de pintura y mantenimiento.
Reunión de fin de año
Pasaron los días y llegó el momento de celebrar Navidad y Año Nuevo, por lo que en la misma plaza armaron el pinito navideño. “La idea del pino fue para que los grupos de chicos se dedicaran a cuidarlo como una atracción para ellos y para embellecer un poco más la plaza”, señaló Giménez.
El 24 a la noche se vivió en un clima familiar y armónico, ya que se organizó una cena para celebrar entre todos los vecinos. Cada uno colaboró con carne, ensalada, gaseosas y pan; fue una cena a la canasta y “la señora Rosa Puebla y su marido donaron dos chivos”, dijo la vecinalista satisfecha.
La cena, como no podía ser de otra forma, se sirvió en la misma plaza.
Los vecinos de este barrio tienen muy en claro lo que quieren, un lugar bello y tranquilo para pasar sus días junto a los seres queridos: “La plaza la mantenemos los vecinos. Ahora va a empezar a venir un placero que también es vecino y él se va a encargar de limpiar el lugar para que lo disfrutemos todos”.
Otro de los vecinos que se autoconvocó fue Luis Arenas, presidente del Club Esperanza para Malvinas y desde su lugar también hace aportes para contener a los niños y jóvenes.
Por ejemplo, el 20 de enero comienza un campeonato local con varias fechas y el 9, 10 y 11 de febrero se llevará a cabo uno Nacional.
Los premios para el campeonato fueron aportados pordiferentes comercios y el arbitraje estará a cargo de jugadores del Club Deportivo Malargüe junto a otros del barrio.
Otra de las actividades se armó para este fin de semana con motivo de los Reyes Magos y así ayer a la tarde se les entregaron juguetes y golosinas a los niños del barrio.
Todos destacaron que esta actividad también fue posible por la participación y colaboración de comerciantes del departamento que pusieron su granito de arena.
Reclaman una mayor presencia de la policía
Mirta Giménez dio su conclusión sobre el resultado de la reunión que se llevó a cabo hace unos días con las autoridades policiales.
Destacó estar “muy desilusionada”. “Prometieron que iban a mandar móviles y hasta el día de hoy no hay ni un móvil, ni han incrementado la vigilancia en las calles del barrio”, confesó Giménez.
La vecinalista, con evidentes signos de resignación, señaló: “A la prensa se les dice una cosa y a los vecinos otra… ya no les creemos nada”.
Sin embargo, pese al descreimiento, Mirta no baja los brazos al igual que el resto del vecindario y aseguran que seguirán trabajando todos los vecinos juntos “para sacar adelante poco a poco al barrio”.
Según adelantaron, por el momento incrementarán los trabajos en los lugares públicos como medida fundamental de seguridad
– Los Andes