El 70 % de Volcán resultó arrasado por el aluvión

En Bárcena, la maquinaria trabaja para reconstruir el camino sobre la cuesta. Los pobladores sólo comparan el fenómeno natural con la fuerza de la explosión del «volcán» hace más de 50 años.

BAJO EL BARRO / UNA DE LAS CASAS DE ADOBE DESTROZADAS POR EL ALUD.

EL DÍA DESPUÉS / VECINOS DE LA COMUNIDAD DE VOLCÁN INTENTARON RESCATAR AYER ALGUNOS POCOS ELEMENTOS DE SUS VIVIENDAS.

POBLADORES AL SALIR DEL AGUA Y BARRO, LUEGO DE INGRESAR A ALGUNAS VIVIENDAS TODAVÍA EN PIE.

En medio de tristeza y resignación, a un día del aluvión, los vecinos de VOLCÁN estimaron ayer que el setenta por ciento del pueblo quedó destrozado por el deslizamiento. La mayoría de los pobladores, embarrados desde la cintura hacia abajo, trabajó arduamente para recuperar los pocos elementos que no arrastró el agua y solicitó la colaboración de todos los jujeños para levantar el pueblo.
A fin de que la maquinaria trabaje sin inconvenientes, en la víspera se registraron tres cortes de ruta en el camino hacia Volcán. El primero estuvo situado en la rotonda de YALA, donde sólo se habilitó el paso a los vecinos del lugar. Luego, a la altura de León, otro control policial evitó la circulación de vehículos no oficiales hasta la localidad.
Al pasar León, en la cuesta de BÁRCENA, Vialidad generó un camino alternativo debido a que el barro arrastró importantes cantidades de piedra y barro que taparon las curvas de asfalto y quebraron por completo los guard-arail.
Al llegar a Volcán, el panorama es desolador. El marrón del barro cubrió la totalidad de las casas de adobe que se encontraban a la vera de la ruta, y desde allí, el camino se hace imperceptible por el agua.
Este es el único corte que no fue efectuado por efectivos policiales, sino por el fenómeno natural mismo. Estimaron los funcionarios que el tránsito estará restringido por 48 horas más.
Al ingresar al pueblo, los testimonios son desgarradores. Frente a sus hijos que arrastraban una cucheta con un colchón y algunas carpetas, Sandra López, indicó que luego del «poderoso rugido» que trajo el alud el martes, perdió absolutamente todas sus pertenencias.
«Lo poco que pudimos salvar lo pusimos arriba de las cuchetas y salimos segundos antes de que el barro no nos deje avanzar», relató la vecina.
«A mí no me dio tiempo ni de sacar un pañuelo», interrumpió a Sandra, Humberto Delgadillo, quien mantenía su taller mecánico a la vera de la ruta 9 desde hace 20 años.
«Donde está la punta del árbol era mi taller, hoy vemos el lugar y está completamente enterrado», agregó Delgadillo con resignación.
Según los vecinos el deslizamiento de hace cinco años no se compara con el del martes, el reciente fue muchisimo más fuerte, aseguran.
Hace dieciséis año ocurrió uno muy similar, pero también lo categorizan como más leve. El único fenómeno con el que comparan de ayer fue el ocurrido allá por los años »40, cuando la furia del volcán dejó solo a la vista los techos de la estación del ferrocarril «General Belgrano».
Como si estuviese construida especialmente para ser un refugio, el lugar que contuvo al pueblo del volcán fue la iglesia Nuestra Señora del Valle, que construida sobre un metro de desnivel, sobrevivió al alud.
La mayoría de los vecinos coincidieron en que el 70 % de Volcán quedó enterrado bajo el barro, fueron especialmente azotadas las calles Belgrano y San Martín.
El 30 % de las viviendas restantes se encuentra detrás de la calle 9 de Julio y aunque el deslizamiento no llegó hasta el lugar, sí se encuentran anegadas por las lluvias

– El Tribuno de Jujuy