Las lluvias del fin de semana complican a más localidades santafesinas

Para las autoridades provinciales el problema de acumulación de agua reside en la cantidad de milímetros precipitados en pocos días

Cuando aún no había finalizado el escurrimiento de las masas hídricas que ocasionaron las lluvias que cayeron desde el comienzo del año, durante la jornada de ayer se registraron nuevas precipitaciones que agravaron la situación en todo el territorio santafesino. Hubo lluvias en el centro, sur y norte de la provincia con distintos niveles de afectación. Las localidades más afectadas fueron Ramona, departamento Castellanos y Chabás, en Caseros, donde al finalizar el día un grupo de vecinos cortó la ruta nacional 33 para reclamar asistencia.

En este punto precipitaron unos 50 milímetros en la planta urbana pero el agua proveniente de los campos comenzó a ingresar al pueblo afectando a algunas viviendas, según consignaron los vecinos. Esta situación derivó en un corte de la ruta nacional 33 protagonizado por unos 300 afectados que interrumpieron el tránsito y quemaron neumáticos sobre la calzada para pedir a las autoridades que tomen cartas en el asunto. Los habitantes de Chabás revivieron así las inundaciones que sufrieron el 25 de diciembre último y el primer día del año, ocasionadas según explican, «porque las napas están saturadas, la tierra perdió su capacidad de absorción y el agua corre anegando zonas pobladas».

En Ramona, donde existe la situación más crítica, se instalaron equipos de bombeo, grupos electrógenos y equipamiento pesado para hacer defensas. Había muchos rumores que denunciaban que el agua que afectaba esta zona provenía de la provincia de Córdoba. Por esa razón el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, sobrevoló la zona y concluyó que ese fenómeno no ocurría. «Es la acumulación del agua caída en la región a lo largo de los últimos días lo que origina las grandes masas de agua», indicó el funcionario.

Cerca de allí, en Colonia Fidela, cayeron 60 milímetros con vientos muy intensos que provocaron la caída de postes de tendido eléctrico y cortes de cables.

Según consignaron ayer las autoridades provinciales el promedio de precipitaciones osciló entre los 80 y 100 milímetros con picos importantes, como el registrado en Alejandra, donde el pluviómetro marcó 220 unidades caídas en pocas horas. También hubo problemas en Laguna Paiva, donde rebasó la laguna. Al atardecer se había montado allí un operativo para evacuar a tres familias y se esperaba la evolución de la crisis con guardias preventivas para el caso de que fueran necesarias nuevas asistencias.

En Firmat las precipitaciones alcanzaron los 145 milímetros de los cuales más de 100 cayeron entre las 8.30 y las 9.15. El agua drenó y afectó a algunos barrios que requirieron la asistencia de personal de Protección Civil y rescatistas locales.

En cuanto al estado de las rutas, la autopista Rosario-Santa Fe continuaba cortada en las dos manos a la altura del arroyo Colastiné y la ruta nacional 34 se había habilitado pero se evaluaba la posibilidad de cortar nuevamente a la altura de San Martín de las Escobas, en el arroyo Corralito y entre Susana y el cruce con la autovía 19.

Asistencia

Escajadillo dijo a La Capital que su dependencia junto a los presidentes comunales «Estamos presentes en todas las localidades y al mismo tiempo trabajando con otros ministerios para atender los daños que se generan en cuanto a las extensiones productivas».

«La protección urbana está medianamente controlada pero se acentúan los daños a la producción, los caminos y la infraestructura rural que está seriamente afectada», dijo.

Hoy, a partir de las 10 se reunirá la Junta Provincial de Protección civil, integrada por todos los ministros, el Ejército Argentino, Prefectura, Cruz Roja, Gendarmería y todas las áreas que intervienen en la emergencia para evaluar los trabajos que se están desarrollando y planificar en base a los pronósticos para la región. «Si bien éstos prevén lluvias hasta el martes hoy (por ayer) notamos que hay una mejoría alentadora en cuanto a condiciones meteorológicas», sostuvo el funcionario.

Al cierre de esta edición se desataba una tormenta que afectaba al norte provincial con lluvias intensas, lo que mantenían en alerta a las autoridades provinciales.

El desarrollo del accionar de su cartera fue evaluada por el funcionario quien manifestó que «en primer lugar, en la fase de alerta, les pedimos que rápidamente los presidentes comunales, intendentes y otras áreas de incumbencia nos comuniquen los inconvenientes que ocurran en cada punto de la provincia. Luego aplicamos una presencia territorial muy fuerte. En la medida en que nos solicitan la ayuda se la proporcionamos en el mejor tiempo posible. Por ejemplo, ante el pedido de Firmat por la presencia de agua en cercanías de algunos barrios, enviamos una electrobomba de gran caudal que estaba en Roldán.

Respecto a quienes sostienen que los anegamientos ocurren por falta de obras Escajadillo dijo que «seguramente en algunos lugares puntuales hacen falta algunas obras y también es cierto que hay muchas en marcha. Pero hay que considerar que no hay infraestructura que soporte la capacidad de drenaje que producen tantas lluvias. El promedio anual se ubica entre los 900 y 1.000 milímetros y acá, en algunos lugares, cayeron entre 400 y 500 en pocos días».

«El promedio anual se ubica entre los 900 y 1.000 milímetros. Cayeron entre 400 y 500 en pocos días»

– La Capital de Rosario