El gobierno nacional se prepara para definir un nuevo acuerdo fiscal con los grandes municipios de la provincia de Buenos Aires, que vinculan a los fondos coparticipables, los fondos del conurbano y la trascendente opinión y participación de los gobernadores. Es un esquema que en el corto plazo puede reflejarse a nivel federal.
El secretario de Interior de la Nación, Sebastián García de Luca, justificó ayer el envío de fondos extras desde la Nación a la provincia de Buenos Aires por 25.000 millones de pesos por ser «la menos beneficiada con la coparticipación y el fondo del conurbano», anticipó que en febrero el Ejecutivo reunirá a los gobernadores para «avanzar en un nuevo esquema fiscal» y vaticinó que el presidente Mauricio Macri recibirá este año el apoyo de más intendentes que se acercarán al oficialismo.
En cuanto a los intendentes bonaerenses que se suman al oficialismo, el viceministro señaló que más allá de tener «una buena relación que genera coincidencias» en el caso del intendente de Carlos Casares, Walter Torchio, “Macri tendrá más intendentes más cerca cuando se acerquen las elecciones legislativas». Pero advirtió que «no es una cuestión electoral, sino que los parámetros de gestión de María Eugenia Vidal y de Macri son claras”.
Sobre el debate de una nueva reforma tributaria, García de Luca adelantó que el 2 de febrero comenzarán las reuniones con los gobernadores para «avanzar en un nuevo esquema fiscal que vaya en línea con la devolución del 15% de los fondos de la Anses”
– La Unión