“Hay un chancho muerto en la calle. Se está pudriendo y los perros quieren comérselo. Es un peligro, vengan a ver”. El llamado de una vecina santarroseña alertó ayer al mediodía al equipo periodístico de LA ARENA que estaba de guardia. La situación descrita por la mujer (el cadáver porcino asediado por canes) estaba sobre la calle Balbín al límite con el Parque Industrial.
Pese a haber recorrido la mencionada calle de punta a punta, ni el periodista ni el fotógrafo pudieron dar con el chancho, pero sí encontraron algo peor y más revelador: en vísperas del nuevo año, familias enteras arrojando basura o revolviendo residuos tratando de rescatar algo útil entre la podredumbre. Bajo el calor intenso del mediodía, en un trayecto de unos 500 metros, grandes y chicos se agachaban para encontrar algo que valiera la pena en medio del aire irrespirable y denso.
La situación sanitaria de la calle Balbín, entre Tita Merrello y el cementerio Parque, es realmente crítica: hay restos de animales, descarte de verdulerías, residuos domiciliarios de todo tipo, árboles muertos y por supuesto perros corriendo de aquí para allá, comiendo de la basura, algún caballo. Una postal de una de las tantas zonas olvidadas de la ciudad
– La Arena, La Pampa