El Concejo Municipal aprobó en su última sesión una nueva regulación de tintorerías y lavanderías a seco que prohíbe el empleo de «percloroetileno» en el desmanchado manual de la ropa.
La ordenanza describe en detalle la peligrosidad de ese solvente orgánico, de uso frecuente en establecimientos dedicados a la limpieza de indumentaria, tejidos y prendas a escala comercial e industrial.
La nueva regulación fue impulsada por el concejal Diego Breide (Encuentro) a partir de lo ocurrido un año atrás con un trabajador de lavandería del hotel Llao Llao, quien planteó una demanda en la Justicia laboral luego de sufrir problemas gástricos y disminución visual debido al contacto diario con percloroetileno,
Una pericia posterior elaborada por la Unidad de Seguridad del Centro Atómico demostró que la inhalación de los vapores del producto en tiempos prolongados y en concentraciones mayores al límite permitido «puede producir edema pulmonar, neumonía química y alteraciones en el sistema nervioso central».
Según la descripción de manual, «el percloroetileno (PCE) es un producto químico sintético constituido por dos átomos de carbono vinculados entre sí por una doble ligadura, cada uno de ellos unido a dos átomos de cloro».
Para determinar los alcances de la prohibición, los concejales trabajaron sobre normativas similares aprobadas en los últimos años en Buenos Aires, Puerto Madryn, Río Cuarto y el Municipio de la Costa.
Como antecedente directo, en Bariloche ya existía una ordenanza promulgada en el 2003 que no estableció limitaciones sobre el uso del PCE pero sí prohibió el uso de la denominación «tintorería ecológica» para los comercios de ese rubro que utilicen solventes clorados.
La nueva ordenanza aprobada el jueves prohíbe el contacto directo de los operarios y clientes de las tintorerías con el PCE, aunque sí permite su empleo en máquinas de circuito ce
rrado, llamadas también de «tercera generación».
Establece además estrictas condiciones para el aislamiento y ventilación de las áreas de trabajo donde sean instaladas las máquinas y también para las operaciones de carga y descarga del solvente.
Los empleados a cargo de esa tarea deberán contar con capacitación específica y sólo podrán manipular el peligroso producto si están equipados con máscaras de dos cartuchos filtrantes, anteojos de policarbonato sellados, guantes de nitrilo y zapatos de seguridad.
Por último, los establecimientos que ofrezcan servicios de tintorería y limpieza a seco deberán exhibir al público en lugares visibles una descripción de los solventes que usan, incluidas sus propiedades y riesgos.
– RIO NEGRO