La Carta Orgánica Municipal se constituye en la «Constitución», con derechos y deberes, para una ciudad. Redactarla no es fácil y no es cuestión de premura ni de plazos. Además los convencionales, en su mayoría, se trata de vecinos comunes y con poco tiempo para capacitarse en forma adecuada.
Todos estos lineamientos motivaron que dos partidos políticos (la Unión Cívica Radical y el Movimiento de Integración y Desarrollo), a los que se sumaron instituciones de bien común y hasta el cura párroco de la ciudad, presenten en las próximas horas un petitorio al Concejo Deliberante local, en el cual solicitarán retrasar el comienzo de la Asamblea Constituyente, prevista para 15 días después del próximo 2 de setiembre, cuando se elijan a los convencionales junto a las elecciones para las autoridades municipales.
El desconocimiento general de la comunidad, el apresuramiento y -según aducen- la poca seriedad con la que se aprobó un tema tan importante como el de la creación de una Carta Orgánica (el oficialismo presentó el proyecto sólo 48 horas ante de la sesión donde se aprobó), son algunos de los puntos claves que destaca el petitorio, redactado en una reunión realizada el pasado jueves.
«Hay mucha desinformación en la población, si se toma esta decisión de postergar sería muy responsable por parte de las actuales autoridades, ya que permitiría un tiempo importantísimo para instruir no sólo a los convencionales sino a todo el pueblo caroyense, que no tiene noción del paso que está por dar la ciudad», coinciden los distintos referentes.
Pero el pedido de una postergación en las sesiones de la futura Asamblea Constituyente para lograr una mejor capacitación desató otra polémica.
Los candidatos del Frente Cívico como el Nuevo Partido de Acción Solidaria (NUPAS) coinciden en la necesidad de un mayor aprendizaje previo a las sesiones, pero endurecen sus críticas al radicalismo y al MID, ya que sostienen que el planteamiento marca un total desconocimiento de la legislación.
En tanto el oficialismo defiende los plazos propuestos en la ordenanza 1428/07, además de seguir capacitando en forma particular a sus candidatos a convencionales.
Toda la situación nace de los plazos estipulados en la norma, en su artículo 5, que indica que la Convención Constituyente Municipal se reunirá dentro de los quince días posteriores a la proclamación de los candidatos por parte de la Junta Electoral en la Estancia Jesuítica de Caroya. Ese encuentro es a los efectos de determinar la validez de los títulos de sus miembros, prestar juramento en el acto de incorporación, elegir autoridades, dictar su reglamento, y tendrá a partir de ese día un plazo de sesenta días corridos para cumplir con su cometido, dictar y sancionar la Carta Orgánica.
La Convención podrá resolver la prórroga de este plazo por única vez, por un término no superior a sesenta días corridos más.
Lo concreto, y lo que muchos se preguntan, es si en 15 o 20 días se puede definir el futuro de una ciudad con más de 120 años de historia.
Hoy los caroyenses siguen con problemas comunes como la ubicación de las cortadas de ladrillos, el mal estado de las calles o la basura en la zona rural, y hablan -o saben- poco o nada de lo que es una Carta Orgánica. Es más, nadie se preocupa, ni desde el ámbito oficial o de los partidos, en «cultivar» al vecino común de la importancia del tema que marcará el futuro de esta ciudad del departamento Colón, conocida por sus embutidos tradicionales, sus pastas caseras y el tradicional vino frambua.
La proyección de la ciudad se definirá en las manos y las mentes de los 14 convencionales que serán elegidos el próximo mes, de acuerdo al sistema D’Hont, y que aunque nadie sabe hasta entonces si le tocará dicho privilegio, sólo se percatan que mucho conocimiento de leyes no tienen y lo primordial es aprender como todo en la vida.
Dicen que el conocimiento nos hace resposanbles, y ahí está la clave para el éxito de la futura Asamblea Constituyente. Y el premio de ésta será una Carta Orgánica que sea aplicable y no sólo de muestra, como sucede en muchos casos.
Martín Pedoni – La Mañana