La Municipalidad de Rosario y los vecinos restaurarán 13 edificios históricos

La Municipalidad junto a los vecinos de la ciudad puso manos a la obra para recuperar los edificios de valor histórico.

Hay 13 inmuebles en carpeta y, si se convierte en ordenanza el proyecto de reordenamiento urbanístico del área central (que se discutió en audiencia pública el 28 de mayo), las tareas de preservación podrían multiplicarse ya que más que trabajar por piezas arquitectónicas se apuntará a rehabilitar tramos enteros de la ciudad.

   La intención se basa en apuntalar y poner énfasis en tareas como hidrolavado de frentes, arreglo de grietas y cornisas, reposición de ornamentos, lijado de aberturas y rejas y retiro de cartelería que ya, más espaciadamente, se venían llevando a cabo en otros inmuebles. Trabajos que los vecinos y el municipio —compartiendo gastos— realizaron en los últimos tres años sobre 29 construcciones de alto valor patrimonial ubicadas en el centro.

   Así, tradicionales edificios, casonas, bares y escuelas recuperaron su fisonomía genuina, la que lucieron a fines del 1800 y principios del 1900, cuando fueron construidos. Para subsidiar esta tarea de rehabilitación (ver aparte), la Secretaría de Planeamiento, echó mano a su Fondo de Preservación de 250 mil pesos anuales.

Cuáles son. De los 29 inmuebles recuperados, aún hay tres en ejecución: la Asociación Española de Socorros Mutuos (Entre Ríos 701) y las casonas de San Martín 1295 y Entre Ríos y San Juan. En tanto, entre los próximos 13 están el Sindicato del Seguro (Mitre al 800), el Colegio Salesiano San José (Presidente Roca y Salta), el Rectorado de la Universidad Nacional de Rosario(UNR, Córdoba 1814), el inmueble art decó de Rioja y Paraguay (donde supo estar el viejo almacén Pompeo) y el de Urquiza y Entre Ríos (debajo está la casa musical Oliveira). Para éstos ya se prevé un fondo de restauración más abultado (de 500 mil pesos). “La duplicación se logró por el cobro de la compensación de altura que pagó un edificio de avenida del Huerto, en el marco del régimen de mayor aprovechamiento urbanístico”, precisó la secretaria de Planeamiento, Mirta Levin, quien agregó que su repartición, en coordinación con la Secretaría de la Producción, también acordó promover el alquiler y compra de edificios de valor patrimonial. “La idea es que las empresas que decidan instalarse en Rosario aprovechen estos inmuebles y los rehabiliten; es una posibilidad de revalorizar los edificios y la ciudad toda”, indicó la funcionaria.

Cambio cultural. “La preservación es una tarea ardua e implica todo un cambio cultural. Ya que, así como hay mucha gente que descuidó o no pudo mantener sus inmuebles, están quienes, por ejemplo, pintaron los frentes de sus casonas sin criterio estético, pero lo peor es que no hicieron un estudio previo de las patologías de los muros y en poco tiempo se dieron cuenta de que realizaron un trabajo infructuoso”, dijo Levin.

   Entre los que ya pasaron por el fratacho y la brocha (ver infografía) están el Palacio Municipal y la Catedral (Buenos Aires al 700), ambos ubicados en la zona más vieja de la ciudad. Pero también hay clásicos como el Edificio Boero (Sarmiento 991) y el Palacio Cabanellas (San Luis 1125). También, instituciones como el Jardín de Infantes Nº 66 (Laprida 1145) y Liceo Avellaneda (Córdoba 625). Comercios tradicionales como la panadería La Recova (Laprida 892) o el bar El Cairo (Sarmiento 676). Y varios edificios de propiedad horizontal que rodean a zonas emblemáticas como la plazoleta El Círculo, de Mendoza y Laprida.

   El municipio subsidia generalmente el 50 por ciento del valor del trabajo sobre la fachada. Pero también pone a disposición de los vecinos el servicio gratuito de asesoramiento técnico. Arquitectos especializados en restauración, en convenio con la UNR, orientan sobre lo que hay qué hacer en estas joyas de la ciudad.

   “Lo más difícil es atender las inquietudes de un grupo numeroso de propietarios o a un consorcio entero. Con El Cairo, por ejemplo, tuvimos que hacer acuerdos con un total de 16 personas”, resaltó Levin, desde la Secretaría de Planeamiento.

Laura Vilche – La Capital