Villa de las Rosas dio marcha atrás en su limitación a la minería

Vetaron la ordenanza que impedía explotaciones en su pedanía. Vecinos se siguen quejando por el impacto

Esta semana trascendió que fue vetada, a días de sancionarse por mayoría, en mayo, una ordenanza que limitaba la actividad minera a gran escala en los alrededores de esta localidad turística.

Las autoridades afirman que sólo por cuestiones formales el Ejecutivo dio marcha atrás en la norma que declaraba a Villa de las Rosas «libre de explotación minera, no tóxica y ambientalmente sana». Algunos vecinos se siguen quejando de las explosiones, temen un mayor impacto y creen que hubo presiones.

El debate está abierto en un pueblo en el que deben convivir el turismo y la minería, a menos que se opte por uno de ellos. La norma vetada prohibía explotaciones fomentadas a nivel nacional. Se espera una nueva disposición. En tanto, una de las empresas afirma que no hay impacto ambiental y que la actividad está controlada por la Provincia.

Marcha atrás. «La ordenanza anterior fue vetada sólo por una cuestión de terminología; nos dimos cuenta de que nos faltaba conocer en detalle sobre la minería y que podían interpretarse mal algunos puntos. Podíamos caer en lo anticonstitucional o en el abuso de poder, pero el espíritu es el mismo: para nada queremos la minería», afirma el intendente, Enrique Rébora.

Para Daniel Brito, uno de los vecinos que impulsaron la primera ordenanza, el cambio «se debe a presiones recibidas por las autoridades».

«Mientras antes se prohibía la explotación minera a escala industrial y con técnicas contaminantes en toda la pedanía, parece que el nuevo proyecto de ordenanza no habla de explosiones ni de explotación minera, y sólo se limita al ejido municipal» señaló.

Verónica Ricotti, presidenta del Concejo Deliberante, sintetizó: «La ordenanza fue vetada porque prohibía una actividad que en el resto de la Provincia y el país no sólo es permitida sino incentivada; estamos buscando asesoramiento para una nueva ley justa y equilibrada».

Y agregó: «Seguimos con la intención de preservar nuestro pueblo del impacto ambiental, pero no podemos ir en contra de leyes nacionales; la ordenanza anterior no debió ser aprobada, creo que influyó la actitud de patota de los ecologistas». dijo.

Los vecinos, en tanto, afirman que sus vidas y la estabilidad de sus viviendas se ven alteradas por las explosiones.

Gustavo Andre Lavalle, concejal de la mayoría, señaló: «Queremos limitar la actividad minera, mi casa está en el centro, a casi tres kilómetros de las minas, y tiembla toda con cada explosión, no queremos saber lo que pasaría si las minas se acercan».

Cuarzo, feldespato, albita y algo más
Unos ocho mil habitantes viven en la pedanía de Villa de las Rosas; la mitad en el pueblo. Y la mayoría percibe a diario el sonido y las vibraciones de las explosiones de minas a cielo abierto. Entre los vecinos que impulsaron la limitación a la minería se afirma que el pueblo ha decidido hace tiempo ser turístico.

«Queremos preservarnos del impacto, pero también dejar trabajar a las pequeñas canteras que tienen que ver con la supervivencia familiar», dijo el intendente, Enrique Rébora.

Juan Andino, uno de los titulares de la mina Las Tapias, la mayor de la zona, negó que el impacto sea preocupante. «Seguimos controlados de cerca por la Provincia; las voladuras que hacemos están muy por debajo de los límites permitidos», aseguró. «Nos parecía raro que a nivel local se prohibiera algo que tanto fomenta la Nación», señaló, respecto a la ordenanza vetada. Su empresa emplea a unas 90 personas de la zona.

Cuarzo, feldespato, mica, albita, tungsteno y berilo son algunos de los minerales que se extraen en la región, pero hay rumores de que hace poco se descubrió oro en zonas más cercanas al pueblo de Villa de las Rosas.

Miguel Ortiz – LA VOZ DEL INTERIOR