A partir del 1º de enero y como estaba estipulado en la ordenanza, no se dan más bolsas de polietileno en los comercios, en búsqueda de mejorar la calidad ambiental de la ciudad; muchos usuarios inclinaron sus quejas hacia los supermercadistas, porque no habrían encontrado la solución adecuada para satisfacer al cliente.
La iniciativa surgió en 2004 desde la Subsecretaría de Gestión Ambiental del municipio, y tiene relación con el informe presentado por el área en relación a la gran cantidad de bolsas de residuos desperdigadas por los diversos sectores de la ciudad y el daño ambiental que esto conlleva; es así que se redactó un proyecto de ordenanza aprobado por el Cuerpo Deliberativo y que en primera instancia planteó la reducción durante el 2006 por lo que se entregó solamente una bolsa por cliente y a partir de este 2007 la prohibición es total. La situación generó algunas quejas por parte de vecinos quienes hicieron hincapié en la falta de previsión por parte de los supermercadistas.
Es necesario recalcar que sólo se elimina la bolsa de nylon y no así las de menor densidad y tamaño que son utilizadas en carnicerías y verdulerías, para alimentos de tipo húmedo que requieren inevitablemente un recipiente en el que ser contenidos para su traslado; el impacto visual y contra el entorno natural, fue el principal respaldo que el instrumento legal antepuso a la medida y si bien fue un proceso de complejidad social de consideración, por su resistencia al principio, poco a poco ha ido encontrando su aplicabilidad sin mayores inconvenientes.
Diversos sectores de la comunidad y consultados al respecto, rescataron la importancia de la medida, pero también aconsejaron que se hace necesario un crecimiento cultural y un cambio de hábito que la comunidad debe transitar. Hasta el momento, de acuerdo a los resultados expresados desde la cartera pública de Gestión Ambiental que oficia de contralor del instrumento legal, la medida ha sido bien aceptada y ha sido importante el trabajo de grandes y pequeños comerciantes al momento de adherir al sistema y entregar bolsas de acuerdo a lo estipulado por ordenanza.
La definición de un instrumento legal que reglamente el sistema de reducción y la entrega de bolsas implicó que otros destinos de la Patagonia se hagan eco de la medida; no sólo por la importancia del hecho en el marco de una política de conservación del medio natural, sino por la relevancia de la decisión en la imagen nacional e internacional que turísticamente tiene esta zona del país. Por ello, ciudades como Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Puerto Madryn adoptaron medidas similares; así como Pico Truncado y Los Antiguos, junto a otras localidades de Santa Cruz adhirieron al sistema e impulsaron la sanción de programas similares.
– Crónica