Hoy se conocerán las propuestas para planificar la ciudad desde el punto de vista urbanístico. El análisis de la situación local comenzó ayer en el Ceptur.
«Lo que se nos ha encargado es un modelo de desarrollo urbanístico y ambiental de Comodoro Rivadavia. Para eso estamos haciendo una serie de talleres participativos para recoger la experiencia y el punto de vista de unas 50 personas representativas de todos los ámbitos», señaló ayer Rubén Peci, director de Proyectos del Consejo Federal de Inversiones (CFI).
Para el funcionario nacional, el gran desafío local «es pasar de una ciudad de campamentos —donde la gente tampoco ha guardado una identidad o unas raíces debido a los ciclos del petróleo—, a un lugar cosmopolita, moderno, integrado y diversificado productivamente».
Desde el punto de vista de Peci, la transformación es posible, aunque al mismo tiempo admitió que «en nuestro país nos encontramos con dos restricciones claras: la falta de presupuesto y nuestra perpetua discordia; nunca nos ponemos de acuerdo quizás porque no tenemos la presión de la realización encima. Si nos dicen que está la inversión y la idea, tal vez nos ponemos de acuerdo, pero como muchas veces nos hemos visto frustrados por otros gobiernos, nos dedicamos más a la discusión que a otra cosa».
Para el técnico del CFI, Comodoro «es totalmente arreglable en su estructura de movilidad, de circulación; en sus características estéticas y paisajísticas acordes a nuevas expectativas, como puede ser el turismo que de hecho ya lo es».
No obstante, para Peci hay algunos temas que se deben evitar, tal como radicar «barrios lejísimos de la ciudad, en situaciones de difícil calidad de vida, ya que por más que tengan agua o cloacas están alejados de todo concepto urbano».
Una vez que se tenga un diagnóstico preciso de lo que requiere la ciudad, se deberá esperar a que en marzo se analicen los plazos y las factibilidades económicas, lo que quizás sea la fase más complicada de llevar adelante de parte de las autoridades y representantes locales.
– El Patgónico