Operarios municipales retiran un viejo cartel publicitario. Hasta el momento se retiraron casi 50 carteles y adecuaron varias cuadras del cableado aéreo. A pesar del avance, la contaminación visual aún persiste en los corredores más vistosos del centro.
La contaminación visual es un duro hueso de roer. Los carteles no se sacan tan rápido como se colocan. Y eso no es caprichoso: para el comercio es la vidriera de sus ventas, para el sector turístico es la barrera que «tapa» su producto, y para los órganos de preservación una afrenta al valor arquitectónico y cultural de la ciudad.
Este cruce de intereses colaboró para que durante muchos años no tuviera límites la proliferación de carteles, cables, ménsulas y otros objetos colgantes. Ahora, cuando el abuso se parece a una brasa encendida, empiezan a abrirse espacios para bajar la temperatura.
En los últimos meses se retiraron del microcentro cerca de 50 carteles que violaban todas las medidas, normas de seguridad y hasta el sentido del buen gusto. Incluso hubo estructuras que estaban vacías, sin leyendas comerciales y en edificios donde ya no funciona ningún negocio.
Un ejemplo de esto último es el cartel se retiró de Caseros al 700. La pantalla metálica rectangular sobresalía más allá de la mitad de calle. Sin publicidad desde hace varios años, era casi un vecino más en esa cuadra. Fue necesaria un grúa, varios empleados municipales y otras tantas horas de trabajo para bajarlo.
De a poco
La apertura de esos espacios fue acordada entre los comerciantes y funcionarios municipales después de mucha discusión y algunos acuerdos. Es así que en algunos casos, las viejas y grandes estructuras fueron reemplazadas por carteles de menores dimensiones y ubicados de modo tal que no provocan tanto impacto sobre el entorno.
La limpieza de las fachadas, sobre todo en las calles comerciales, avanza paso a paso aunque a los transeúntes habituales les resulte poco perceptible en este momento. Es que el avance de la contaminación llegó a tal punto que para notar la diferencia se necesitará continuar esta tarea durante más de tiempo.
Zonas de restricción
En las reuniones entre el municipio y los empresarios -representados por la Cámara de Comercio e Industria y la Cámara de Carteleros-, tuvieron como punto de partida la polémica ordenanza 12.691. Sucede que esta norma fue considerada como «muy restrictiva» por los propietarios de negocios y los carteleros.
Para acercar posiciones, empresarios y funcionarios comenzaron a elaborar un proyecto consensuado de una nueva ordenanza que regulará la cartelería y publicidad que se coloque en la ciudad, en especial en el casco histórico.
Pese a que el documento aún está en elaboración, un punto ya acordado en esa mesa de trabajo es que alrededor de la plaza 9 de Julio y en los corredores turísticos de las calles España, Caseros y Alvarado sólo se podrán colocar carteles adosados a las fachadas.
Paralelo a esto, «estamos trabajando con las empresas de telefonía, televisión e informática para que acondicionen mejor sus redes en el centro, aunque éste es un trabajo todavía más lento porque tampoco se puede afectar a los usuarios de estos servicios», explicó Matilde Balduzzi, responsable del área de Fiscalización de la comuna.
Muchas veces se dijo que la polución visual en el centro no daba para más; ahora lentamente existe cierto acuerdo entre empresas y organismos para tratar de revertirla. Si todo estos compromisos se cumplen, poco a poco los salteños y turistas podrán pararse en las esquinas con la plaza principal o de los corredores turísticos para mirar sin obstáculos hacia el cerro San Bernardo.
Reforman la ordenanza
Una comisión de funcionarios municipales, comerciantes y carteleros discute un proyecto para dictar una nueva ordenanza que regule la publicidad en las calles salteñas, en modificación o remplazo de la 12.691 dictada en noviembre de 2005. Esta norma fue cuestionada por los empresarios que la considera «excesivamente restrictiva» ya que fijó parámetros que prácticamente elimina o reduce en extremo el tamaño de los carteles.
Un punto ya acordado es que a partir de ahora en ninguna calle del centro los carteles podrán sobresalir más allá de la línea del cordón cuneta; otro es que en los corredores de las calles Alvarado, Caseros, España todos los carteles se colocarán adosados a las fachadas. «Este martes vamos a continuar con la redacción y el tema que tenemos previsto es definir los requisitos técnicos para la colocación de las estructuras», señaló.
Una vez que la comisión termine la redacción, el proyecto de ordenanza será enviado a manos del intendente Miguel Isa para que lo envíe al Concejo Deliberante para su tratamiento y aprobación.
«Lo importante es que estamos trabajando en un muy buen clima, cada punto se analiza, se ven las diferentes posturas y tratamos de llegar a un consenso donde el comerciante no pierda su derecho a trabajar y la ciudad tampoco vea afectada su imagen», remarcó Matilde Balduzzi, encargada del área de Fiscalización de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos del municipio.
La comisión mantuvo dos reuniones por semana y el proyecto de ordenanza está muy cerca de completarse.
También las
redes aéreas
Simultáneo al ordenamiento de la cartelería, también en el centro se observa un cambio en las redes aéreas de cables. En la semana que hoy comienza, una empresa de televisión tiene previsto trabajar para disimular la red que atraviesa frente al edificio del Banco Nación. Esta fachada es restaurada y pintada para ponerla a tono con la recuperación que se hizo en otros edificios del Casco Histórico.
«La empresa de electricidad ya acondicionó su red en el Banco Nación, ahora lo va a hacer un canal por cable y estamos esperando que nos confirme la fecha de trabajo la empresa de teléfonos», indicó Matilde Balduzzi.
Estos trabajos se iniciaron alrededor de la plaza 9 de Julio antes de la fiesta del Milagro. «Avanzamos por calle Zuviría, primera cuadra, y ahora vamos a continuar por Caseros, pero este es un trabajo que se hace de a poco porque no es sólo a cortar un cable, sino que hacemos un relevamiento, vemos si está en uso, si se puede retirar u ocultar, entre otras alternativas», sostuvo.
el panorama
Para reducir la contaminación visual, primero se comenzó a notificar a los comercios cuyos carteles excedían toda la normativa.
Algunos negocios decidieron retirar los carteles, mientras que otros solicitaron la colaboración del municipio en esta tarea.
Entre los carteles que se bajaron en el centro, había estructuras metálicas y mampostería que hacía varios años no se utilizaban.
De los primeros 42 carteles, hubo 13 que se sacaron de la calle Caseros en las cuadras que van desde Mitre hasta 25 de Mayo.
Otros 12 se retiraron de comercios ubicados sobre calle España en las cuadras comprendidas entre Mitre y avenida Sarmiento.
También se despejaron fachadas sobre las calles Buenos Aires, Zuviría, Urquiza, Alvarado, 20 de Febrero, Deán Funes y Jujuy.
– El Tribuno