El Concejo Deliberante aprobó una nueva ordenanza que prohíbe, en todo el ejido caroyense, el abandono, vertido o acumulación de residuos, como así también la quema de los mismos, ya sea en la vía pública o en lugares privados.
Lo más llamativo de esta nueva norma, que fue aprobada tras 9 meses de tratamiento en el cuerpo legislativo, son las fuertes sanciones para quiénes la inflijan, incluso estipulando tareas comunitarias en un caso extremo. También en la escala de multas se discriminó entre quiénes arrojen residuos orgánicos e inorgánicos.
La flamante normativa, que fue aprobada por unanimidad el pasado jueves, “nace por la necesidad de establecer medidas ejemplificadoras que contribuyan a la erradicación definitiva de esta conducta que atenta contra la calidad de vida y el medio ambiente” indica, entre otros puntos, los considerandos. Para su efectivo cumplimiento se estableció que el órgano de contralor será la activa área de Medio Ambiente del municipio local, que hasta el momento no contaba con un respaldo legal para un trabajo efectivo y concientizador, principalmente desde la aplicación de duras sanciones para los infractores.
Por ejemplo, para quienes arrojen residuos orgánicos en la vía pública o lugares privados que no estén habilitados a tal fin, se aplicaran multas que irán desde los mil litros de nafta súper (unos 2 mil pesos promedio) continuando en una escala que dependerá de que la persona sea reincidente en la falta. En el caso máximo de las penas podrá perder su licencia de conducir o la habilitación comercial por un término de hasta 5 años, además de tener que cumplir con la realización de trabajos comunitarios.
Si el residuo que se arrojará fuera inorgánico las multas irán desde los 2 mil litros de nafta súper hasta los 6 mil de máximo. Pero si el residuo vertido fuera una combinación de ambos tipos las cifras se duplicarán en todos los casos.
La extensa zona rural que posee la ciudad pondrá en jaque, seguramente la aplicación de la normativa, aunque la concejal Dolores Patat, una de las autoras del proyecto admitió que “todos debemos ser conscientes y colaborar en la prevención o la denuncia de este tipos de infracciones”.
La edil recalcó que la mitad del dinero que se recaude, en concepto de multas, será parte de un fondo que se creará destinado a la programación de campañas de información y educación ambiental.
“La normativa tiene todo un proceso que se viene dando desde mediados del año pasado, que se activó a partir del reclamo justo de los vecinos de la zona rural”, indicó la concejal Patat quién junto a su colega Patricia Tottis fueron las impulsoras del proyecto.
El constante reclamo de los frentistas de sectores como Tronco Pozo o Los Chañares, barrios de la zona rural de Colonia Carofue determinante para activar la ordenanza “congelada” en el cuerpo legislativo y tan necesaria teniendo en cuenta los casos reiterados de denuncias sobre el vertido de residuos en distintos sitios baldíos de la jurisdicción.
Patat sostuvo que “si se cumple, sería muy fructífero y permitirá solucionar innumerables problemas para toda la comunidad”.
Debe recordarse que en las últimas semanas el medio ambiente y la basura han sido motivos centrales para los concejales caroyenses que también aprobaron, el jueves en segunda lectura, la concesión de la explotación del predio del basural municipal a favor de una firma local
– La Mañana de Córdoba