El Concejo Deliberante aprobó finalmente la creación de la polémica sobretasa a las nuevas construcciones, que propició la administración del intendente Benigno Rins, con el objetivo de ordenar el desmedido desarrollo inmobiliario y crear un fondo de financiamiento especial para la ampliación de las redes cloacales del centro.
El dispositivo fue votado por mayoría, pues logró el concurso del oficialista bloque del Frente Social, más el aval de la concejal de Unión por Córdoba, Elsa Cardarelli, mientras que el resto de la oposición expresó su rechazo.
El Departamento Ejecutivo había logrado a principios de mes un primer acuerdo con la Cámara de la Construcción para aplicar el nuevo impuesto a las nuevas edificaciones.
La nueva ordenanza dispondrá que para un edificio de hasta 2.500 metros cuadrados cubiertos que se construya de aquí en adelante, habrá un monto tope de 10 mil pesos en concepto del nuevo tributo.
El monto es el que con seguridad recaerá sobre la mayoría de las nuevas edificaciones, porque alcanza a una propiedad horizontal de hasta seis plantas.
Al justificar su negativa, el PJ enfatizó que “era necesario alcanzar un acuerdo general con las entidades ligadas a la construcción, como los colegios de Ingenieros y de Arquitectos, que formularon propuestas, y no se alcanzó porque fuimos víctimas de un arreglo entre el gobierno y algunos empresarios de la construcción”, según dijo el edil Víctor Núñez.
– La Mañana de Córdoba