En la comuna se sabe que hacen falta 5.300 carteles para que la totalidad de las calles y avenidas del ejido urbano queden correctamente señalizadas. Con poco presupuesto y con el acoso del vandalismo, se busca una solución al problema
Según el Departamento de Ingeniería de Tránsito haría falta instalar alrededor de 5300 carteles para que todas las calles del ejido urbano de Mar del Plata queden correctamente señalizadas. No obstante, para cubrir ese déficit habría que sortear al menos dos obstáculo. Primero, dedicarle a este tema buena parte del presupuesto municipal y en segundo lugar rogar para que una vez instalados, los nuevos carteles no sean barridos por el vandalismo.
La escasez de señales que indiquen los nombres de las calles y avenidas en Mar del Plata es un problema que persiste desde hace años y que, en líneas generales, hasta ahora no se resolvió de manera satisfactoria.
En la comuna aseguran que los robos y las roturas deliberadas atentaron siempre contra todos los trabajos que se realizaron para poner a la ciudad al día con su señalización.
Según el responsable del Departamento de Ingeniería de Tránsito del Ente Municipal de Vialidad y Servicios Urbanos, Rolando Losso, cuando a principios de los ’80 fueron colocados 2300 carteles en las esquinas, a los pocos años no quedó prácticamente ninguno. «Eran atractivos porque tenían madera y aluminio, así que los robaron para venderlos», comentó.
Entre 1998 y 1999, el municipio encaró un segundo plan de modernización de señales, colocando 2900 carteles de los cuales hoy siguen existiendo apenas unos 1500.
Losso recordó que esa vez se arrancó instalando unas 600 señales y que, a las pocas semanas habían sido destruidas o desaparecido 300. El funcionario reconoció que desde todos los barrios de la ciudad llegan reclamos por la escasez de letreros con las nomenclaturas de las calles.
Aseguró que el vandalismo arrasó con todo durante los últimos años y que, según parece, la situación está mejorando por lo que de colocar nuevos carteles, probablemente ahora tendrían más chances de sobrevivir.
Aunque es imposible confiar que en algunos lugares los carteles permanezcan por mucho tiempo.
Por ejemplo, en la zona de los boliches de Constitución, ya fueron reemplazados cuatro veces desde enero hasta hoy.
El año pasado, antes de la Cumbre de las Américas, su área realizó un relevamiento sobre el estado de la señalización en la ciudad y llegó a la conclusión de que debían ser colocados 5300 carteles para resolver la situación, al menos, dentro del ejido urbano, sin contar zonas como Batán o Sierra de los Padres.
Losso dijo que con motivo de la Cumbre se cubrió una pequeña parte de ese déficit. Fundamentalmente se trabajó con los carteles informativos, que sirven para orientar a la gente sobre la ubicación de algunos puntos claves de la ciudad como las playas, el centro o el Casino.
«Instalamos el 80% de las señales informativas que creíamos necesarias», explicó.
No obstante, la tarea para indicar el nombre de las calles avanza más lentamente, sobre todo, por razones presupuestarias. El ambicioso plan para señalizar todas las calles está elaborado pero, por falta de dinero, se cumple de a poco. Muy de a poco. «El presupuesto viene mal, así que vamos haciendo lo que se puede», explicó Losso.
En lo que va del año ya fueron instalados entre 300 y 400 carteles, la mayoría, con ayuda de las sociedades de fomento.
Las entidades vecinales reciben dinero de parte de la comuna y los convenios incluyen la tarea de ocuparse de las señales viales. Así que la Municipalidad intenta acordar con las sociedades de fomento un plan para colocar carteles donde se pueda.
Losso explicó que las instituciones se ocupan de comprar los materiales y el Emvisuryga, de instalarlos. A las sociedades de fomento se les pide comprar caños de dos pulgadas, laminas reflectivas, pintura y chapa galvanizada. Con esto, al municipio le alcanza para ir atendiendo los reclamos.
Losso comentó que esta estrategia está dando resultado en varios barrios, como Parque Luro, Montemar y El Grosellar, Colinas de Peralta Ramos o Virgen de Lujan. En otras zonas los vecinalistas son más reticentes a aceptar esta alternativa y exigen que el municipio se ocupe íntegramente del tema
– La Capital