El intendente Katz elevó ayer al Concejo el proyecto elaborado por Economía. En principio tiene el consenso de su bloque y con eso se asegura mayoría propia. El lunes lo trata la Comisión de Hacienda y el jueves llegará al recinto de sesiones
Finalmente se concretó ayer la elevación formal al Concejo Deliberante del proyecto de aumento de la tasa municipal de Alumbrado (ABL) por parte del intendente Daniel Katz, según confirmó a LA CAPITAL el presidente del cuerpo deliberativo Mauricio Irigoin.
En esencia, el texto elevado con las firmas de Katz y del secretario de Economía Gustavo Schroeder propone un significativo incremento en la tasa de ABL que promedia 21%, tal como adelantó este diario días pasados. Pero ese promedio reconoce diferencias sustanciales entre lo que deberán pagar quienes tienen propiedades de baja valuación municipal y quienes tienen casas de valuación alta: sobre estos últimos el porcentaje de aumento que se aplicará será bastante por encima de la media.
De todos modos habrá una parte del aumento que se aplicará a todas las propiedades por igual y será de 15% para lo que en la boleta de ABL figura como segmento «básico».
Por fuera de ese incremento «básico», luego se escalonan diferentes porcentajes según el ítem de la alícuota adicional sobre la valuación que la Municipalidad tiene de cada vivienda o departamento. Por caso, a la categoría más baja que es la de los contribuyentes cuyas propiedades están valuadas en hasta 37 mil pesos, la adición será de 15%. Irigoin comentó que en esta categoría baja se agrupan «entre 60 y 70% del total de contribuyentes, por lo que la mayoría de las cuentas recibirán el menor aumento».
Una segunda escala es para las propiedades con valores de entre 37 mil y 66 mil pesos, a quienes les tocará un aumento de 22% en la alícuota mencionada. En tercer término, las valuaciones de entre 66 mil y 129 mil pesos soportarán 30% de incremento y para las de más de 129 mil pesos la suba de la alícuota será de 35%.
Por la incidencia de las cuentas de menor valuación (las dos terceras partes del total) es que el promedio general del ajuste se sitúa algunas centésimas por encima del 20%.
En definitiva se trata de una reedición del proyecto original que a principios de año imaginó el Ejecutivo pero que durante la complicada negociación con su propio bloque y con la oposición fue haciéndose más flexible hasta que ni siquiera así consiguió los votos para ser aprobado.
El desfinanciamiento progresivo de las cuentas municipales por la inflación de estos últimos meses y el incremento de costos de la obra pública y del gasto salarial (reencasillamiento del personal de la comuna), fue minando las disponibilidades de fondos. Así se llegó a la necesidad de retomar aquella idea de aumento de tasas ante el peligro cierto de que la situación financiera sería insostenible en dos o tres meses más.
Rápido tratamiento
También señaló Irigoin cuáles serán los pasos a seguir para arribar a una rápida aprobación del proyecto según las instrucciones recibidas del Ejecutivo. Este lunes se reunirá la Comisión de Hacienda y Presupuesto -que postergó su encuentro semanal a la espera del expediente- y como allí el bloque oficialista de El Frente tiene mayoría se descuenta que conseguirá despacho. Hasta ahora no hay visos de que la oposición alumbre un despacho de minoría.
A ese ritmo, se da por seguro que tres días más tarde, el jueves 29, el expediente llegue al recinto de sesiones donde soportará un extenso debate pero donde también la homogeneidad del bloque oficialista, que esta vez no ofrece grietas, permitirá la aprobación en la denominada «sesión preparatoria».
Luego quedará el trámite de un segundo y definitivo tratamiento en sesión pero ya con la incorporación de los 24 mayores contribuyentes que se sumarán a los 24 concejales y donde -de nuevo- el oficialismo tiene mayoría propia, tras la renovación de ese cuerpo a fines de mayo, que ahora refleja exactamente la composición actual de cada bloque.
Otras medidas en danza
Aunque no forman parte del proyecto de ordenanza de aumento de la tasa de ABL, el Ejecutivo prepara (o ya resolvió) una serie de medidas complementarias de ajuste del gasto y para mejorar la recaudación.
Una de ellas es el congelamiento de vacantes por 180 días, es decir hasta el 31 de diciembre de este año, pero que será general pues -una tradición de las sucesivas administraciones radicales- la veda no alcanzará a las áreas de Salud y Educación. El argumento de estas excepciones es que son constantes las demandas de contratos o designaciones para mejorar las salas de atención barriales y la prestación de servicios educativos.
También figura una moratoria limitada a propietarios que hicieron ampliaciones en sus viviendas y no las declararon para evitar que les aumente la valuación del bien y con ello también el valor de las tasas. Se supone que esta moratoria para obras sin declarar deberá estar acompañada de facilidades acordes con el espíritu de la norma, que es el de recaudar más y no el de sancionar a contribuyentes.
Sin confirmación, se hablaba ayer en el Palacio Municipal que la Secretaría de Gobierno estudia un programa de congelamiento o modificación de módulos horarios para el personal municipal, para reducir al máximo posible los gastos por horas extras u horarios extendidos sin justificación.
– La Capital