Desde hace algunos días, el basural de Los Cóndores muestra otro aspecto. Varias personas separan los residuos, se está limpiando el terreno y algunas estacas delimitan zonas de construcción. Es que un proyecto de reciclado, sin antecedentes en su tipo en la región, comenzó a implementarse.
“Resimundo” se denomina la iniciativa concretada por una empresa privada que firmó un convenio con la Municipalidad. “Nos pareció interesante porque nos permitirá erradicar el basural a cielo abierto, no tendrá un costo importante para la comuna y creará, además, una conciencia ecológica”, explicó a este diario un funcionario municipal.
El proyecto contempla la construcción próxima de una planta recicladora en el actual basural, con una nave de procesamiento de residuos, una oficina, dos contenedores de hormigón en donde se depositarán las pilas en desuso y un tanque para aceites industriales que se comercializarán tras su recuperación en plantas especializadas de otras ciudades.
Otro aspecto que contempla son las instalaciones para los residuos orgánicos (restos de comidas) en planchas de lombricultura, de donde se obtendrá abono, material que se derivará a un vivero a instalar en el lugar, en donde se cultivarán árboles a cielo abierto, en una superficie de cinco mil metros.
Según se explicó, el proyecto está contemplado para poblaciones de menos de cinco mil habitantes, como Los Cóndores (de unos tres mil) por ser un proceso “totalmente artesanal”. Siete son las personas hasta ahora ocupadas.
Cómo será
Los residuos, luego de ingresar a la planta, serán separados y clasificados mediante el sistema de “picoteo manual”. La intención, en una segunda etapa, es concientizar progresivamente a la comunidad para implementar la separación de los residuos según su tipo desde los propios domicilios.
Cuando ese criterio se implemente, a los vecinos se les dará bolsas de dos colores: una para los residuos reciclables (cartón, vidrios, metales, plásticos) y otra para los orgánicos (restos de comidas y similares). Otra bolsa, de una tonalidad más llamativa, estará destinada a los residuos no recuperables, como los patógenos.
Para dar ese paso se prevé antes la entrega de folletos y charlas explicativas.
Sobre los residuos orgánicos, una vez ingresados a la planta de procesamiento se procederá al “compostaje” por unos 30 días. Luego se colocarán en las cunas de lombricultura, en donde lombrices rojas californianas lo convertirán en abono. Este producto, conocido como “lombricompuesto”, en parte será comercializado y el resto destinado a los viveros anexos.
No recuperables
La empresa a cargo dice que los residuos no recuperables tendrán un tratamiento especial, aunque destaca que de los 3.500 kilos diarios totales que genera de residuos el pueblo, representan un porcentaje menor al 30 por ciento.
En ese sentido, se anuncia la construcción de un vertedero controlado, con venteo de gases, y la realización de una cobertura periódica de 15 centímetros de espesor, hasta cubrirlos totalmente, sembrando luego pasturas y árboles en la superficie, como ocurre en otros enterramientos sanitarios.
– La Voz del Interior