San Francisco otra vez en su laberinto

“Esto no es una película que empieza cuando uno llega, es un cine continuado y las administraciones anteriores pueden dejarnos algunas situaciones que las terminan cumpliendo otros”.

La frase –para recortar y guardar– pertenece a José Manuel de la Sota y tiene como destinatario al intendente de San Francisco, el radical Hugo Madonna. Fue lanzada el martes pasado, en el debut de la ciudad del este como “segunda sede” del Gobierno en el interior.

De la Sota tiró sobre alguien con quien siempre sostuvo una relación privilegiada. Tanto que llegó a hablarse hasta de una fórmula para la gobernación en 2007. Desde el mismo día en que asumió en 1999, el sanfrancisqueño no deja de mencionar la pesada herencia recibida mientras, aseguran sus críticos, en verdad no hizo más que agravar el cuadro financiero, con juicios por demandas millonarias, designaciones políticas y aumento del gasto público.

Tras la grave crisis de 2001-2002, pocos pensaban que San Francisco pudiera estar otra vez entre la espada y la pared. Pero las demoras en el pago de sueldos, el incumplimiento con proveedores y el cierre de acuerdos onerosos para el municipio revivieron viejos fantasmas. Tan exigente es el día a día que la deuda global por 27 millones de pesos (la oposición habla de 70 millones) parece un dato menor.

Madonna no disimula. “Necesito un crédito por ocho millones de pesos, a baja tasa y largo plazo, para sacarme la pistola de la cabeza”, admite frente a La Voz del Interior. La “pistola” son las acreencias consolidadas por servicios concesionados y contratos que le reclaman exigentes pagos mensuales. De esas obligaciones no tendrá escapatoria o vendrán embargos.

Con la mayor parte de la coparticipación consumida por la refinanciación de 16,2 millones de pesos, a 25 años en el marco del pacto de saneamiento provincia-municipios, la gestión está jugada a la recaudación propia. Pero en abril último los recursos cayeron un tercio y dejaron en las arcas un monto exactamente equivalente al gasto salarial (1,7 millón de pesos).

Sin plata para cubrir los servicios, continuar obras, pagar a proveedores o soportar los gastos corrientes de cualquier administración, San Francisco entró en algo parecido a la cesación de pagos.

Este panorama terminó por decidir al intendente a apretar las clavijas de los morosos sistémicos que adeudan 22 millones de pesos.

En días más comenzarán los remates de propiedades con el objetivo de recuperar un cuarto de aquella cifra. La sociedad habría tomado bien la iniciativa, pero en medios empresariales hay una cosa clara: de ninguna forma se resuelve el fondo.

De la Sota instruyó a sus ministros para colaborar. “La situación financiera es muy mala y vamos a dar una mano para que no estalle, pero no mucho más”, comentó uno de los funcionarios que participó de las reuniones del martes. “La Provincia no pagará sueldos atrasados, salvo que la crisis se lo lleve puesto al intendente”, explicó la fuente quizá sin medir la gravedad de esas palabras.

Madonna está en su propio laberinto. Sólo podrá salir si consigue que el gobierno de Néstor Kirchner, que visitó la ciudad hace seis meses, le destrabe los impedimentos legales para conseguir crédito bancario. La refinanciación no le arreglará todo, pero al menos le permitiría girar mensualmente con los gastos de la administración y esperar sin tanta agitación el final de su mandato.

Tres deudas grandes

Agua. La Provincia intercederá ante la Cooperativa Cotac para evitar la ejecución de sentencias contra la Municipalidad de San Francisco en cuatro juicios que le resultaron favorables, por 4,1 millones de pesos. El caso, por el cual Cotac amaga constantemente con cortar la provisión mayorista de agua que realiza al municipio –distribuidor del servicio–, se remonta a 1999, cuando la deuda era de cuatro millones. La intendencia asegura que pagó 5,5 millones de pesos más que el agua facturada y que es víctima de un negocio financiero.

Juicio caro. Maquinarias San Francisco SRL tuvo a su cargo el mantenimiento del alumbrado público en la ciudad desde 1993 hasta 2003. Madonna reconoció en 1999 una deuda preexistente de casi 175 mil pesos. El monto se incrementó con posterioridad por la falta de pago de facturas, ya en la actual gestión.

En 2003, la firma inició un juicio y reclamó 1,8 millón de pesos. La Municipalidad apeló las distintas instancias pero finalmente perdió el pleito. Con intereses, la obligación es ahora de cinco millones de pesos.

Basura concesionada. Ashira SA es la empresa que recolecta residuos y limpia las calles. Hasta fines de 2003, la Municipalidad acumulaba con ella una deuda de tres millones de pesos. Para esa fecha, Madonna ya llevaba cuatro años de gestión. En los dos años posteriores, la obligación impaga se redujo en unos 800 mil pesos, pero desde enero pasado el municipio volvió a acumular cargas impagas por otros 600 mil pesos, más intereses e IVA. En total, la deuda impaga oscila en cuatro millones de pesos y hubo atrasos en el pago de la factura mensual de 50 mil pesos.

Temor en la oposición por los pagos

Cuesta encontrar en San Francisco dirigentes que hablen en voz alta sobre la situación del municipio. Casi que los únicos críticos están adentro del mismo municipio. El bloque justicialista del Concejo Deliberante y el Sindicato de Empleados Municipales (Suoem) se animan a cuestionar a la administración de Hugo Madonna a riesgo del aislamiento político.

Los ediles navegan en la falta de apoyo político. Martín Llaryora, Juan Guevara y Graciela de Almada –que votaron en contra de la radicación de tragamonedas en la ciudad– apenas fueron recibidos por un funcionario de segunda línea del Ministerio de Gobierno el martes pasado, durante la visita del gabinete provincial a la ciudad.

“Este intendente aumentó todos los impuestos para financiar al municipio y al mismo tiempo incrementó el Gabinete. Los secretarios pasaron de tres a siete, con todos los cargos políticos detrás”, dijeron a este diario. Hay 65 personas en la planta política y otros que cobran por factura.

Luego encendieron una luz roja por el futuro pago de salarios. “Es el único municipio con atrasos en los sueldos y en julio viene el aguinaldo. Esta administración no tiene rumbo económico”, afirmó Llaryora.

Por su parte, Víctor Lescano, secretario general del Suoem San Francisco, estimó que los datos a la vista “marcan que volvemos al camino de 2001, donde hubo dos sueldos sin cobrar y los proveedores cortados”. “Sí, le tengo miedo a la cesación de pagos”, reconoció el sindicalista.

De acuerdo con los datos del gremio, el déficit operativo mensual del municipio oscila entre los 300 mil y los 400 mil pesos. “Volvimos a ser un municipio en estado de concurso latente, como en 1999”, concluyó.

Por Walter Giannoni – La Voz del Interior