La presidenta de la Comisión de Planeamiento, Victoria Ramírez, reclamó un «reordenamiento territorial integral» de la ciudad con vistas a determinar los nuevos usos del suelo y la instalación de los sectores industriales, de modo tal de ofrecer una solución definitiva al problema de la coexistencia entre las industrias y las viviendas particulares.
El reclamo en sí no es nuevo, pero tomó actualidad la semana pasada, cuando sesionó el Concejo Móvil en el distrito Sudoeste, una zona que justamente sufre la presencia de industrias en medio de populosos barrios.
«Desde hace tiempo los vecinos de la zona sudoeste vienen reclamando un cambio de usos, para que barrios industriales pasen a ser residenciales», recordó la concejala, convencida de que se trata de un tema «muy serio, por cuanto si se van a sacar las fábricas de un lugar, hay que tener muy claro adónde van a ir, porque no se le puede dar la espalda a la industria».
Ramírez hizo dos pedidos, uno el año pasado y otro el presente, para que el Departamento Ejecutivo enviara toda la documentación sobre su proyecto de parque industrial.
Mientras tanto, la Comisión de Ecología del Concejo trató el tema del asentamiento de industrias en la zona. Entre ellas, se tomó el caso de la polémica Santa Clara, y se elevó un pedido de factibilidad para un nuevo emplazamiento. Ese expediente, que debía pasar por la comisión de Planeamiento, recibió despacho directamente en Ecología, lo que motivó un pedido de remisión a la comisión que preside Ramírez.
«Se pidió el retorno de ese expediente en particular porque no se trata de erradicar a una aceitera, sino de ver cómo se reordena todo el parque industrial, y se garantiza que en su entorno no se vuelvan a levantar casas, porque si eso ocurre, en breve van a empezar a molestar de nuevo a los vecinos», dijo, y abundó: «Eso requiere un estudio serio de planificación y ordenamiento urbano que no pasa por correr a una aceitera, como se trata de engañar a la gente con un pedido de de factibilidad. No es que no tratemos de resolver la situación, que tiene años, sino de ver cómo se hace un ordenamiento integral», insistió.
En síntesis, la concejala quiere que haya un sector -o varios- en Rosario que sea totalmente industrial y donde no haya viviendas, para lo cual se requiere un estudio urbanístico. «Por una lógica expansión de la ciudad hay una zona que en un momento fue industrial y ahora está llena de viviendas. Los vecinos tienen una fábrica al lado. Pero no se puede ahora decirle a la industria que se vaya a los pueblos, hay que darle un lugar y garantizarle que en breve no vaya a llenarse de nuevo de casas», remató.
– La Capital