La Municipalidad de Rosario pedirá una nueva capitalización del Banco Municipal de siete millones de pesos para incrementar la capacidad de préstamo de la entidad, con la idea de que ésta pueda financiar proyectos de la región y, al mismo tiempo, cumplir con los nuevos requisitos de capital que le exige el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y que deberá cumplir antes de fin de año.
Mediante un proyecto de ordenanza que el Ejecutivo enviará hoy al Concejo, la administración de Miguel Lifschitz busca inscribir este nuevo aporte de capital a la entidad en un programa más global que incluye la apertura de tres nuevas sucursales y la recuperación de la capacidad prestable del banco.
«Para poder incrementar la posibilidad de aumentar la asistencia financiera a cualquier tomador de crédito hace falta que el capital del banco se incremente y de eso se trata este pedido», resumió el secretario de Hacienda de la Municipalidad, Carlos Fernández, quien aclaró que los desembolsos serán en 18 mensualidades cuyos montos fijará el BCRA pero en el plazo comprendido entre julio de este año y diciembre de 2007.
El presidente del Municipal, Gustavo Perrone, explicó que en función de las relaciones técnicas entre capital y préstamos que exige la autoridad monetaria, la entidad local «perdió algunos negocios financieros y tuvo que cederlos a otros bancos».
Y usó un ejemplo: «Un crédito que termina pagando la Municipalidad -que en este caso es la dueña del banco- a veces tenemos que cederlo a otros bancos porque no tenemos la relación técnica para poder prestarle, eso es un absurdo que queremos subsanar», sentenció Perrone.
Aunque la iniciativa fue cuestionada por los ediles de la oposición, el gobierno municipal decidió poner primera y echar mano de esta opción para obtener aportes de capital en lugar de otras como la emisión de obligaciones negociables.
Aún así, Perrone adelantó que «es probable que en un futuro inmediato el banco pueda hacer alguna emisión de obligaciones negociables».
«El patrimonio está en regla con la normativa del BCRA, lo que ocurre es que el Central incrementó de 10 a 14 millones de pesos los capitales mínimos para los bancos de nuestra categoría en Rosario y tenemos plazo hasta el 31 de diciembre para integrarlo», dijo Perrone y aclaró que «con esta capitalización estaríamos superando los valores mínimos exigidos».
Por su parte, el titular de Hacienda destacó que «en un momento de revalorización muy fuerte de lo público, es darle un empuje decisivo al banco para que se generen alternativas de negocios para el desarrollo de la ciudad, y por eso, no creo que existan concejales que se opongan a la existencia de un banco público que esté alineado con eso».
En este sentido, Lifschitz aseguró que «este es un proceso que se viene dando en todos los bancos», incluso los privados, que se capitalizaron en los últimos años. «En el resto de los bancos los accionistas ponen el capital, en este caso, el único accionista es la Municipalidad», espetó.
Aunque Perrone se mostró predispuesto a «responder las preguntas que nos hagan» en relación a los cuestionamientos de la oposición, señaló que «controles hay de sobra» e hizo referencia a los que efectúa el Central a todo el sistema financiero.
En lo que el Municipio identificó como un plan integral que se analizará en el Concejo, también se incluye la apertura de tres nuevas sucursales, cuya autorización por parte del Central pretenden lograr antes de fin de año. La primera será la ubicada en Alberdi, que se cerró en plena crisis y hoy funciona como un centro de pagos a jubilados. El resto se definirá en estos meses pero serán dentro del ejido urbano y su localización la están analizando en función de la actividad de los centros comerciales de la ciudad.
Sin embargo, el directivo de la entidad aseguró que no descartan en «un futuro mediato» crecer en el Gran Rosario. «Pensamos darle un papel protagónico al Banco Municipal, que cumpla el papel que tiene que cumplir en un proceso de crecimiento sostenido de la ciudad y la región para lo cual encomendamos el pedido ante el BCRA para la apertura de nuevas sucursales, la implementación de nuevas líneas de negocios, la creación de un consejo consultivo que tiene como finalidad la articulación entre los sectores de la producción, el trabajo, la Municipalidad y el propio Concejo para que haya mejor interrelación y esto se pueda traducir en propuestas y líneas de crédito y asistencia financiera para los sectores de la ciudad», señaló Fernández.
Sumar a los privados
Por otra parte, el proyecto de ordenanza propone la conformación de una sociedad anónima -prevista en la ley de provincial 12.518 del régimen de asociación público privada a la que se sumó Rosario- para realizar negocios conjuntos entre ambos sectores. Desde la Municipalidad están pensando en obras y servicios públicos como la expansión de la red de gas o proyectos de pavimento o el mantenimiento de algunas ya ejecutadas. Aunque por ahora sólo reconocen que están en análisis y prefieren guardar los detalles, sí anticiparon que la remodelación de la peatonal Córdoba podría ser una de las contempladas en este sistema.
En estos casos, se conformaría un fideicomiso con fondos privados y municipales y la administración estaría a cargo de la sociedad anónima planteada en el proyecto. «Crearíamos así una sociedad con personería diferente a la del banco para que éste pueda prestar, con lo cual incrementaría su capacidad de negocios», explicó Fernández.
Sucede que, aunque jurídicamente separado, todo queda dentro de lo mismo, ya que el propio funcionario señaló que la sociedad anónima estará conformada en un 99% por el Banco Municipal y en un 1% por la Municipalidad.
Sandra Cicaré – La Capital