Desde hace cinco meses la vida de Coronel Charlone, un pueblo de 1500 habitantes ubicado en el partido de General Villegas, a escasos 12 kilómetros del límite con la provincia de Córdoba, está alterada por el agua. Pero el problema se vio agravado en las últimas horas, cuando a partir de las intensas lluvias quedó virtualmente aislado, con una sola vía de salida: la ruta que lo une con Villegas, la cabecera del partido, ubicada a 80 kilómetros. El problema mayor es que, al estar tan cerca de Córdoba, la mayoría de los habitantes de la localidad tienen vínculos -laborales, educativos o familiares- con esa provincia, que de repente, quedó muy lejos.
“Con la ruta más directa que lleva a Córdoba bloqueada por el agua, un viaje que en condiciones normales es de 12 kilómetros se transforma en otro de 240. Por eso muchos de los que trabajan en Córdoba decidieron quedarse allá, igual que los estudiantes que cursan en las universidades de Villa María o Río Cuarto”, cuenta Martín Urricelqui, un periodista de Charlone que trabaja en Córdoba.
Los vecinos de esa localidad bonaerense dicen que el problema con el agua es frecuente desde que la provincia de Córdoba hizo obras para drenar las aguas, que empezaron a escurrir hacia la zona de Charlone. La falta de una respuesta del lado bonaerense, indican los vecinos, sumada a las intensas lluvias, provocaron la actual situación.
Si bien el agua todavía no llegó al casco urbano del pueblo, sí afectó en las últimas horas al barrio norte, aunque sin que se produjeran evacuados.
El agua no rodea totalmente al pueblo, ya que queda libre la salida hacia Villegas, pero en los campos aledaños hizo estragos, provocando la pérdida del 70% de la producción.
“La principal producción de Charlone es la soja, el trigo y el maíz. Se estima que el 70% de lo sembrado se perdió por las lluvias, pero también se puede perder el resto, porque el anegamiento de los caminos no permite sacar la producción que se salvó”, dice Urricelqui.
Los problemas con el agua también afectan a los tambos, otra de las producciones de la zona: en los últimos meses algunos tuvieron que cerrar ante la imposibilidad de sacar la producción.
“Para peor, aquí se ubica una planta de Sancor en riesgo de cierre y que da trabajo a 150 familias”, dice Urricelqui.
– El Día