La interrupción en un data center es el mayor temor de las grandes tecnológicas que están invirtiendo miles de millones de dólares en inteligencia artificial para, entre otras cosas, fortalecer el cuidado de los datos. Para que una IA generativa pueda operar eficientemente tiene que recurrir no solo a una alta capacidad de procesamiento sino también a una base de datos que sirva como entrenamiento del modelo. Y para todo esto se necesitan data centers.
En ese sentido, la noticia de que OpenAI invertirá u$s25.000 millones para construir un data center en la Patagonia, más allá de lo que significa para el país, pone de relieve un largo debate entre las big tech sobre cómo conseguir un almacenamiento masivo de datos con altos estándares de seguridad y cómo lograr la garantía de un abastecimiento energético adecuado para tal consumo.
Según datos de Uptime Institute, el 54% de las interrupciones en centros de datos cuestan más de u$s100.000, y el 20% supera el millón de dólares. «En un mundo donde la IA depende de la continuidad, la seguridad va mucho más allá de proteger los datos de un ciberataque sino de asegurar la no interrupción del suministro«, comenta Daniel Fiorda, Director de Operaciones de SkyOnline, empresa de data center que se soporta en GPUs Nvidia para procesos de IA.
«Un corte, por breve que sea, no es un simple inconveniente; es una cascada de consecuencias económicas que se miden en miles de dólares por minuto, además del daño reputacional», agrega Fiorda. Dentro del sector se conoce muy bien que la inactividad se paga muy cara. Más aún en la alta competencia tecnológica.
OpenAI en Argentina: ¿cuánta energía se necesitará?
El data center que la firma de Sam Altman abrirá en la Patagonia tiene proyectado alcanzar 500 MW (megawatts) de potencia, lo que lo ubicaría entre los más grandes del mundo. Tal el anuncio realizado días atrás en sociedad son Sur Energy, la pata local de la iniciativa.
Para dimensionar la escala, esto implicaría un consumo anual de 4,38 TWh (teravatio-hora), mientras que el consumo total de electricidad en Argentina en el año 2024 se situó en aproximadamente en 138,8 TWh, según cifras de CAMMESA, la entidad que administra el mercado eléctrico mayorista en el país. Con éstos números, el consumo del data center equivaldría a cerca del 3% del consumo eléctrico total de Argentina.
El proyecto de OpenAI será desarrollado junto a la empresa argentina Sur Energy. Aunque todavía se desconoce quién será el «cloud developer» (profesional que diseña, desarrolla y mantiene aplicaciones y servicios en la nube) que acompañará la inversión, algunos grandes proveedores energéticos como Central Puerto y Genneia aparecen como alternativas.
Fiorda estima que el proyecto podría generar presiones en el sistema, pero que el país tiene mucho potencial de generación, incluso en fuentes renovables. También aclara que el problema excede a Argentina y se trata de una disyuntiva global. Según se estima, la IA demandará para fines de este año 23 gigavatios, el doble de lo que consumen países enteros como Países Bajos, Suiza o Austria.
La opción nuclear como energía masiva
El gobierno de Javier Milei lanzó en diciembre pasado un programa para alimentar con energía nuclear la futura demanda de energía por IA. El programa está a cargo de Demian Reidel, presidente de Nucleoeléctrica Argentina, empresa que opera los tres reactores del país: Atucha I, Atucha II y Embalse.
El proyecto oficial baraja la incorporación de reactores nucleares modulares (SMR) para garantizar un suministro escalable y estable, además de vender el 44% de las acciones en licitaciones internacionales.
La apuesta por la energía nuclear es uno de los principales atractivos para abastecer la demanda. Sin embargo, Fiorda explica: «Un reactor nuclear por más chico que fuere requiere tiempo, lo mismo una línea de transmisión, un parque eólico o solar y ni que hablar una represa. Todo lo que es energía está sobredemandado y tienen tiempos de entrega mucho más extendidos de lo normal».
«El mundo está rediseñando por completo los sistemas de refrigeración y las redes eléctricas para abastecer los data centers, por lo que cualquier nueva oportunidad energética podría ser de gran ayuda si logra concretarse en el tiempo», dice Fiorda al advertir que para ello hay que asegurarse la llegada de los equipos de soporte y generadores