El exministro de Energía participó del foro Marval Legal Forecast 2024, organizado por el estudio jurídico Marval O’Farrell Mairal
El exministro de Energía Juan José Aranguren dijo que la Argentina debe dejar de pensar en el autoabastecimiento y comenzar a pensar en producir para el mundo. “Una vez que lo logremos, el autoabastecimiento es una cuestión de migajas nada más, porque tenemos un mercado muy chiquito. Y obviamente, para lograr eso, se necesita invertir en infraestructura, más de lo que ya se ha hecho”, dijo en el en el foro Marval Legal Forecast 2024, organizado por el estudio jurídico Marval O’Farrell Mairal.
El exfuncionario del gobierno de Mauricio Macri indicó que Vaca Muerta ya es una realidad. “El 50% del petróleo que produce la Argentina y el 60% del gas natural proviene de la forma de explotación no convencional, que es símil a Vaca Muerta. Tendríamos que preguntarnos qué pasaría en la Argentina si hoy no tuviéramos Vaca Muerta”, señaló.
En cuánto a cómo se puede colaborar para que Vaca Muerta siga explotando todo su potencial, el expresidente de Shell Argentina dijo que es necesario tener una macro ordenada. De esta manera, el sector será otra fuente de dólares para el país, indicó.
“Si no tenemos una macro ordenada, Vaca Muerta no va a poder ayudar a la macro. Es casi como el huevo o la gallina. Es condición necesaria, aunque no suficiente, tener estabilidad económica y financiera para que el capital que se requiere invertir, que gran parte va a venir del exterior, pueda hacerlo en condiciones similares a lo que está ocurriendo en otros países del mundo. En Estados Unidos, donde hay una formación similar a Vaca Muerta, hubo un cambio radical en la matriz energética, que dejó de ser importador de energía para pasar a ser un exportador”, comentó Aranguren.
El exministro destacó que Vaca Muerta “es casi una política de Estado”. Y explicó: “Se descubrió hace mucho tiempo, pero los primeros pozos se hicieron en 2010, cuando todavía estaba Repsol en YPF. Después, a partir de 2012, con la nacionalización parcial de YPF, se le dio más impulso, protegiendo también a YPF de una manera que no creo que sea la conveniente, pero se le dio precio a Vaca Muerta. El primer plan gas lo creó Cristina Kirchner y Axel Kicillof a US$7,50 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector). Hoy estamos pagando US$3,90 en promedio durante el año. Y luego vino la administración Macri, que a su vez hizo otro aporte a partir de la resolución 46, que motivó un cambio radical. Y este gobierno continuó con los planes”.
“Todas estas administraciones se han dado cuenta un poco por necesidad que, si no extraemos los recursos, van a dejar de significar una riqueza para la Nación. Tenemos una ventana de tiempo que nos da la actual transición energética, que puede durar tres o cuatro décadas, pero no mucho más. Cuando las energías renovables superen en cuanto a costo y magnitud a las energías fósiles, los precios de los fósiles van a caer. Por eso necesitamos monetizar prontamente los recursos fósiles, y para eso necesitamos invertir, y para eso necesitamos tener una macro ordenada, porque nadie va a invertir en un proyecto del GNL US$25.000 millones si no le permiten el objetivo único que tiene una empresa, que es tener rentabilidad”, agregó.
Hacia el futuro, Aranguren dijo que no espera un cambio de reglas de juego negativo para el sector. “Una ventaja que tiene la explotación no convencional de los recursos fósiles es que si por algún motivo si interrumpe la explotación, se cae rápidamente la producción. Por lo tanto, si de golpe hubiera un cambio de reglas, la inversión se cae. En el futuro, sea cual fuera la administración, más por necesidad que por virtud, nos vamos a tener que encaminar a una situación donde se resuelva la macro. Esto significa también resolver el precio de las tarifas”, dijo.
Al respecto de los precios, indicó que la diferencia entre los valores locales e internacionales fue uno de los motivos que explican el desabastecimiento de gasoil de las últimas semanas. “No tenemos precios acordes con lo que pasa en el mundo. Hasta que eso no ocurra, vamos a seguir teniendo situaciones de desabastecimiento en la Argentina. Si en la Argentina se prevé que el crudo vale US$60 y en el mundo vale US$90, ¿quién va a querer importar? Resolver la macro significa también generar una nueva estructura de precios relativos. Los combustibles en los últimos 12 meses aumentaron el 85%, mientras que la inflación fue del 143%. Hay algo que no funciona. Hay que ajustar los precios relativos, aunque la palabra ajuste no tenga sex appeal, pero va a ocurrir”, dijo Aranguren.
Por último, el exministro dijo que no se necesita ningún proyecto de promoción para incentivar inversiones, sino que es necesario resolver el problema de la macro. “Con cumplir con la ley de Hidrocarburos, por más que sea vieja, ya sería suficiente”, concluyó.