
Con solo 24 años, en Veintiocho de Julio, Chubut, Luka Jones, que viene de una familia ligada al agro, fue electo con el 43% de los votos; su historia y la visión del sector
Luka Jones tiene 24 años y vive en la localidad de Veintiocho de Julio, en el departamento de Gaiman, Chubut, un pueblo de 850 habitantes que recientemente lo eligió como su próximo intendente. El joven, que estudia ingeniería civil, le ganó con el 43% de los votos con Unión por la Patria a su maestra del colegio, Adriana Agüero, que iba por la reelección con Juntos por el Cambio. La idea del flamante jefe municipal es, a partir del 11 de diciembre, cuando asuma en el cargo, posicionar la localidad agrícola ganadera, actividad a la que se dedica también su familia.
Veintiocho de Julio es uno de los tres pueblos agrícolas ganaderos, junto con Dolavon y Gaiman, en el valle inferior del río Chubut, a 60 km de Rawson, y ahora tendrá el intendente más joven de la provincia. En ese lugar también funciona un matadero de administración municipal que permite mover la economía local. En los próximos cuatro años, dijo Jones, se dedicará a gobernar lo mejor posible y cumplir con las expectativas que tienen los vecinos que lo eligieron: “Aspiro a ser el mejor intendente posible del pueblo”.
En este momento está en funciones como secretario de Planificación Obras y Servicios Públicos en el municipio de Dolavon, hasta que llegue el momento de ocupar la silla de la máxima figura del lugar donde se crio, vivió y fue a la escuela.
La fuerza política Frente Arriba Chubut [Unión por la Patria] se impuso con el 43% de los votos, y le ganó a Agüero [JXC], quien lleva un periodo en el cargo. La actual funcionaria fue su maestra de sexto grado en el colegio. “En estos tres años solo hubo una obra pública en la localidad; veníamos acostumbrados a un régimen de viviendas, pavimentos y de tener un cajero. Este es un pueblo tan chico, son cinco manzanas y un cajero automático revoluciona al pueblo. Estábamos acostumbrados a una lógica en la que se venía empujando hacia adelante: había recursos y no había estancamiento y la verdad es que, sin ser críticos sino más bien objetivos, no pasó mucho durante estos años y esto ameritó a involucrarse”, acotó sobre su incursión.
“Somos un pueblo muy chico que carece de infraestructura básica que es el abecé del municipio. No tenemos agua potable, estamos lejos de las ciudades y el conglomerado urbano, en mi caso y de muchos otros, tenemos que trasladarnos del pueblo para poder estudiar en la universidad. Queremos desarrollar la infraestructura, la educación y darle un empujón estructural al pueblo que, por ahí con las economías regionales y familiares que empujan el pueblo, reivindicar todo eso”, indicó.
El joven viene de una familia ligada al agro. “Nací y vivo en la chacra. Mi vida se desarrolla en la chacra. Al principio iba a estudiar ingeniería agronómica, pero decidí dedicarme a la construcción, por familiares. Me interesa el rubro de la construcción, pero nunca me despegué de lo agrario”, dijo. Desde los 17 años se comenzó a involucrar en la política y a los 19 años empezó a formar parte del gabinete en Dolavon, con una función técnica-política. “Me siento cómodo, me gusta estar dentro de la función pública”, completó.
No es casualidad su pasión por la política, su padre, Marcelo Jones, fue concejal del mismo pueblo y su tío, Daniel Díaz, un exintendente de Esquel y diputado provincial, de alguna manera, lo impulsaron a tomar la decisión. “No tiene que ver plenamente con la decisión, pero el condimento político estuvo sobre la mesa y cuando uno ve falencias en su propio pueblo, decidimos tomar cartas en el asunto, involucrarnos y pudimos triunfar”, sostuvo. El joven aclaró que durante y después de la campaña electoral no hubo ningún tipo de chicanas entre los candidatos de la localidad. “Con Adriana nos saludamos el día antes y después de las elecciones, ellos se comportaron muy bien. No hay rencores, celebro que en la política haya este tipo de cosas. No me gustaría que se dañe esa parte que tiene el pueblo, que es muy amena”, expresó.

El flamante intendente es consciente de la afinidad que hay entre el PRO y el campo, a diferencia de lo que sucede con una parte del peronismo. Por eso, rescata que es como en todos los sectores, donde cada uno tiene una mirada, hacia donde apuntar. “Forma parte en la mira de los diferentes dirigentes. No solo se debe centrar en lo partidario o si le dan más o menos bolilla al campo o al sector rural. En mi pueblo, que es plenamente agrícola ganadero, la mayoría de las fichas van a estar metidas allí. Si nosotros no tenemos atención sostenida sobre el lado agrícola o ganadero de la localidad, no vamos a triunfar ni la localidad va a caminar o crecer económicamente. Esto es algo que hay que reforzar porque de lo contrario no se va a potenciar ni crecer económicamente”, planteó.
Rescató que hay pocos “cuadros” políticos “agrícolas” peronistas. Indicó que es necesario pensar en una “distribución” de los recursos de manera federal y ordenada. “Me gustaría levantar la bandera del agro dentro del peronismo y representar lo bueno desde mi pueblo”, mencionó. El joven explicó que desde el peronismo se tienen que “depositar más fichas” en el agro.