Con foco en La Calera: una idea sustentable para el desarrollo del Gran Córdoba

Una tesis de Arquitectura de la UNC plantea una proyecto para la ciudad, una de las que más crecimiento tuvo en los últimos años, pero de manera desordenada, según las arquitectas autoras del proyecto.

Dos jóvenes arquitectas proponen un desarrollo sustentable para La Calera (La Voz).
Una de las ciudades del Gran Córdoba que más creció en los últimos años es La Calera. Su enorme desarrollo se dio hacia la ciudad de Córdoba, en el eje de la avenida Ejército Argentino.

Ese crecimiento fue sobre áreas verdes, y de manera desordenada. “La ciudad que hoy se está construyendo es expansiva, suburbana, periurbanizada, conurbanizada y monofuncional”, describen Rocío Epstein y Virginia González en su tesis “Gen urbano”, que presentaron para finalizar la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba.

El trabajo final fue acompañado por los docentes Jorge Taberna, Alejandro Flores y Darío Lozada.

La Calera. (Captura/©Google Street View)
La Calera. (Captura/©Google Street View)

Las arquitectas plantean que la ciudad deseable “es una urbanización más sostenible, que tiene en cuenta el habitar contemporáneo”. En esa línea, señalan que existen múltiples problemas ambientales y sociales generados por la misma ciudad en torno a un modelo de crecimiento. “Es nuestro deber como arquitectos, tomar decisiones responsables. Nuestro principal objetivo no es frenar el avance de la mancha urbana, sino comprobar la existencia de otras formas de pensar la lógica y el diseño de la ciudad, con una mirada más reflexiva y comprometida con el lugar donde nos encontramos”, remarcan.

Su tesis, Gen Urbano, aborda la ocupación sustentable en el territorio serrano como alternativa a la genética de expansión actual de la ciudad de La Calera(imagen 01 y 02). “El nombre ‘gen’ hace referencia a un ADN, a la naturaleza que posee la manzana urbana como unidad, determinando características específicas dentro de una estructura, adaptándose a las diversas situaciones que demanda la ciudad”, detallan.

El proyecto se sitúa en el sur de La Calera, a 18 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Las arquitectas señalan que “el avance insostenible de la ciudad en el transcurso de los años” llevó a determinar como objetivos el contener la expansión urbana, mixturar los usos del suelo, densificar y ampliar la accesibilidad, y compatibilizar el proyecto con un área natural.

Por eso, a escala territorial proponen preservar las zonas con pendiente no urbanizable, conservar áreas de bosques nativos conformando parques naturales, continuar vías existentes y proponer nuevos equipamientos.

Dos jóvenes arquitectas proponen un desarrollo sustentable para La Calera (La Voz).
Dos jóvenes arquitectas proponen un desarrollo sustentable para La Calera (La Voz).

La propuesta tiene un nuevo modelo de gestión para que interaccionen el Estado, el sector privado y convenios con la sociedad. Plantean una nueva normativa de uso de suelo a partir de la operación y cuantificación de una serie de indicadores de sostenibilidad, apelando previamente a la agenda ecológica de Barcelona.

En cuanto a la movilidad y al espacio público, se promueven los medios sostenibles de transporte y se reduce el desplazamiento del vehículo motorizado, fomentando la accesibilidad y el sistema peatonal.

Se promueve y favorece el acceso a espacios verdes, y plantean la “autosuficiencia funcional y metabólica” dentro de cada manzana, con una huerta que fomente la producción local de alimentos y el encuentro social.

Proponen otra serie de indicadores para la manzana, derivados de los urbanos. Estos permiten mejorar las condiciones de habitabilidad, generar mixtura social y edilicia en el conjunto y desarrollar principios de autosuficiencia.

Dos jóvenes arquitectas proponen un desarrollo sustentable para La Calera (La Voz).
Dos jóvenes arquitectas proponen un desarrollo sustentable para La Calera (La Voz).

“El gen puede tener combinaciones de distinta naturaleza a partir de una matriz en común, la cual es fuertemente ideológica. Para su desarrollo, nos posicionamos desde el rol de distintos inversores privados para lograr una diversidad económica. Que exista una variabilidad de la forma urbana, a partir de las distintas conformaciones de manzana, es la riqueza y heterogeneidad que debe tener la ciudad”, explican Epstein y González.

La manzana propuesta se caracteriza por la consolidación de los bordes, otorgando mayor frente sobre avenidas importantes, permitiendo tener una legibilidad clara de la calle como espacio público. Se plantean anchos de veredas y retiros mínimos, con usos de suelo y factores de ocupación pertinentes a una manzana urbana de localidad serrana, generando apertura visual y una continuidad lineal de espacios verdes.

“Determinamos un corazón de manzana de usufructo común exclusivo para los habitantes, con la premisa de rehundirlo, otorgando privacidad, control y encuentro entre habitantes, y favoreciendo las condiciones de iluminación y ventilación”, describen las arquitectas.

Dos jóvenes arquitectas proponen un desarrollo sustentable para La Calera (La Voz).
Dos jóvenes arquitectas proponen un desarrollo sustentable para La Calera (La Voz).

Por otro lado, parcelas individuales para las distintas tipologías planteadas, como vivienda colectiva en tira, en torre o vivienda individual en dúplex. La idea de construir en altura, permite reducir la pisada sobre planta baja, “marcando la huella de la arquitectura y densificando moderadamente”.

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