Según un informe de Grupo Lonja, pese a la pérdida de producción y las pérdidas para los agricultores, el Gobierno seguirá sacando de cada hectárea fondos por las retenciones
Un estudio de Grupo Lonja, integrado por productores agropecuarios, destacó que, en el marco de la sequía, “el único ganador es el Estado” mientras los agricultores sufren importantes quebrantos. Según el reporte, en los casos en que pudiera haber una ganancia esta rápidamente se transforma en pérdidas por las retenciones, que van directo al Gobierno.
“El productor recibe dólares oficiales, el Estado ingresa divisas en dólares constantes y sonantes. En esta sequía existiría la posibilidad de que en algunos casos hubiesen ganancias a nivel productor, pero con los DEX (retenciones), al ser impuesto a la venta, la posible ganancia se transforma en pérdidas”, señaló Lonja.
El grupo de productores ilustró esta situación con varios ejemplos sobre la zona agrícola núcleo. En esa región, que comprende el sur de Santa Fe, el norte bonaerense y el sudeste de Córdoba, se esperaba al inicio de la campaña agrícola una cosecha de maíz de 10 millones de toneladas. Sin embargo, con la sequía de por medio ahora se prevé una recolección de solo 3,2 millones de toneladas. En el caso de la soja, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se pasó de una producción estimada de 19,7 millones de toneladas para esa zona a 4,5 millones de toneladas.
Según Grupo Lonja, que consideró la producción con campos alquilados, ya con la última producción de trigo se dio una situación paradójica con productores perdiendo plata mientras el Estado ganaba.
Así, en el caso de un rinde de 20 quintales por hectárea, ese cereal arrojó un quebranto de 151 dólares por hectárea. Pero, a pesar de la pérdida, el Gobierno cuando se hizo el balance final recaudó US$104 por hectárea y el productor, que afrontó todos los gastos de producción (US$522 por hectárea de costos directos y 333 dólares por hectárea de alquiler), perdió US$255 por hectárea. En la cuenta se consideró el 12% de retenciones del cereal y, además, un 1% de aporte por el fideicomiso de trigo que cede el productor para el fondo que compensa la harina.
También hubo una disparidad marcada entre el Estado y el productor con otros rindes. A modo de ejemplo, con 15 quintales por hectárea el productor debió afrontar una pérdida de 405 dólares por hectárea mientras el Estado embolsó US$78 por hectárea. En tanto, con 25 quintales el productor perdió US$105 al tiempo que el Gobierno se llevó 130 dólares por hectárea.
En el caso del maíz, donde la cosecha está en marcha y también se repite el esquema de derechos de exportación y aportes que el trigo, un rinde de 55 quintales por hectárea “arroja una ganancia global de 131 dólares por hectárea”. Pero luego, cuando se desagrega el resultado, se ve que el Gobierno recaudará US$214 por hectárea mientras que el productor resignará 83 dólares por hectárea.
En este cultivo Grupo Lonja también analizó que sucederá con otros rendimientos. Así, con 50 quintales el productor tendrá un quebranto de 209 dólares por hectárea mientras el Gobierno se quedará con US$194. En tanto, recién con 60 quintales por hectárea el productor pasará a ganar US$43 por hectárea y el Estado obtener US$233 por hectárea. Para este cereal se contempló una inversión de US$1469 por hectárea entre el costo directo de hacer el cultivo y, además, alquiler de la tierra.
En cuanto a la soja, que tributa un 33% de retenciones, la situación tampoco es alentadora. Con 15 quintales por hectárea el cultivo “arroja una pérdida global de 233 dólares por hectárea”. Lonja agregó: “A pesar de la pérdida, el Estado recauda US$285/ha y el productor pierde US$518/ha”. Con 20 quintales el productor tendrá un rojo de US$331 y el Estado una ganancia US$381 por hectárea. Finalmente, con un rendimiento de 25 quintales por hectárea hay un quebranto de US$143 para el productor que alquiló y afrontó los gastos de producción y una ganancia de US$476 para el Gobierno.
Además de remarcar que cualquier ganancia en el marco de la sequía con las retenciones se transforma en pérdidas, Grupo Lonja remarcó: “Sin posibilidad de resultados positivos al productor, se afecta duramente la cadena de pagos y la continuidad de los productores”.
“El Estado se llevó lo suyo y no quedó nada [al productor] para poder subsistir, para poder continuar”, añadió Santiago del Solar, productor ligado al grupo. Remarcó que no solo hay una pérdida de capital de trabajo que golpea al sector, sino a cientos de ciudades, chicas y medianas, vinculadas con la actividad.