Si hay devaluación, que no se note

Se espera conocer cómo se instrumentará el nuevo “dólar agro”, que conlleva el intento de evitar una devaluación con todas las letras y la unificación de los múltiples tipos de cambio que conviven en la economía.

El ministro de Economía, Sergio Massa, intenta con herramientas poco usuales hacerse de dólares para llegar a las elecciones. Busca por todos los medios evitar la devaluación.
Sergio Massa pondrá en marcha desde el próximo lunes una nueva devaluación encubierta, que incluirá productos básicos de la mesa de los argentinos, con impacto en la inflación, aunque el ministro de Economía no aluda en forma directa al tema.
El nuevo “dólar agro” incluirá las ventas de soja por 30 días y las de productos regionales (frutas, vino, tabaco y té, entre otros) desde mayo hasta fines de julio.

Resta saber cómo se instrumentará la salida de este nuevo conejo de la galera, que conlleva el intento de evitar una devaluación con todas las letras y la unificación de los múltiples tipos de cambio que conviven en la economía.

¿Por qué es una devaluación encubierta? Porque los productores venderán sus cosechas a un dólar diferencial, que no es el del cambio oficial (en torno de 216 pesos) ni el mayorista (cerca de 210 pesos).

El sector rural esperaba ayer que la cotización del “dólar agro” esté cerca de los 300 pesos, según datos relevados por este medio.

La esperanza de los productores suena alta en relación con el último “dólar soja”, por el que se pagó 230 pesos. La cotización en 300 pesos implicaría un salto de más del 30%, que impactará en la canasta familiar.

Aún se desconoce qué mecanismo usará el Gobierno para que la cosecha de maíz y el remanente de la de trigo cuiden la tan proclamada “mesa de los argentinos”, ya que ambos granos forman parte de los alimentos que dan forma a la dieta básica de la población.

INFLACIÓN, BATALLA PERDIDA

La preocupación de Massa es evitar una devaluación brusca, por lo que acude a estos artilugios luego de que el Banco Central rascara la olla y se encontrara con una ínfima existencia de reservas líquidas.

Además del “dólar agro”, la estrategia del Ministerio de Economía apunta a obtener créditos de organismos multilaterales por 1.000 millones de dólares, los cuales deberían estar destinados al desarrollo de programas de salud y de provisión de agua, entre otros fines.

El equipo da por perdida la batalla contra la inflación, luego del registro de 6% en enero, de 6,6% en febrero y alrededor de 7% en el mes que acaba de finalizar.

Analistas y consultoras ya proyectan que la inflación interanual estará por encima del 115%, más allá de las promesas que Alberto Fernández hizo en la campaña electoral de 2019, cuando criticaba el indicador que dejaba Mauricio Macri.

También el discurso del desendeudamiento dejó de mencionarse en las caravanas que realiza La Cámpora por distintos sitios del país.

La organización que responde a Máximo Kirchner llegará a Chaco, provincia que registró el mayor porcentaje de pobres del país. El peronismo gobierna allí desde el regreso de la democracia.

Otra paradoja: Cristina Kirchner y su hijo tienen discursos críticos del Fondo Monetario Internacional y sugieren abandonar el flexible plan de refinanciación de la deuda.

Sin embargo, el Presidente y Massa solicitaron –por intermedio de Joe Biden– un último respaldo del FMI para “armar un puente que permita llegar al año próximo” y que evite así el desbarranco de la actual administración.

Las redes sociales, que en general no expresan fundamentos técnicos sino humores sociales, ya volvieron a inundarse de mensajes alarmistas sobre la situación de los bancos.

Quienes los hacen circular rondan los 40 años. La experiencia traumática de 2001-02 actúa como un disparador de los mensajes por WhatsApp, junto con el de una inmediata convocatoria a elecciones presidenciales.

QUE PAGUE EL QUE SIGUE

La desesperación oficial no es sólo por los dólares; también por los pesos.

Con la estrategia de “pague el que sigue”, el Gobierno postergó para la próxima gestión el pago de grandes partidas comprometidas por ley.

El listado incluye el de la deuda con la Caja de Jubilaciones de Córdoba y el de los fondos coparticipables de la Ciudad de Buenos Aires, además de haber dejado en suspenso hasta el 31 de diciembre las exenciones de IVA y de Ganancias de los grandes importadores.

El contexto incluye, además de los desembolsos impagos, un atraso y cepo cambiario, una monumental deuda en pesos del Tesoro nacional y del Banco Central. También sobresale una inflación descontrolada, a partir de un déficit incorregible.

¿Aguantarán los parches hasta el 10 de diciembre? La inquietud también forma parte de las preguntas en las redes sociales.

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