El 85% del plástico no se recicla porque los costos superan al del material nuevo

Pese a las campañas de reciclaje de envases, en especial botellas, en EEUU sólo se recicló 5% sobre más de 50 millones de toneladas en 2021

La Capital de Rosario

Alrededor del 85 % de los envases de plástico en todo el mundo terminan en los vertederos y no se reciclan. En Estados Unidos, el mayor contaminador de plásticos del mundo, solo se recicló alrededor de 5 % de más de 50 millones de toneladas de desechos plásticos producidos en 2021, según Greenpeace. El plástico se produce a partir de petróleo o gas natural. Contra la imagen que podrían tener muchos, de que el reciclaje es intenso y creciente, en los hechos los costos mandan, y reciclar plástico es más caro que comprarlo nuevo.

La producción de plástico se triplicará a escala mundial hasta 2060 y los plásticos son una fuente creciente de contaminación de los océanos, donde afectan gravemente a la vida marina. Y finalmente retornan a los humanos, en forma de microplásticos que contaminan a peces y moluscos y son ingeridos con ellos.

Las promesas de los principales productores de plásticos, como las empresas alimentarias Nestlé y Danone, de promover el reciclaje e incluir más plástico reciclado en sus contenedores se han incumplido en su mayoría. De Argentina no hay datos. Varias marcas de bebidas hacen campañas en las que aseguran que sus botellas son de plástico reciclado.

El lobby mundial de los plásticos, junto con los supermercados en países del primer Mundo que van de Austria a España, muchas veces eluden esta responsabilidad, ejerciendo presión contra los esquemas de devolución de botellas de plástico.

Pero se están negociando nuevas regulaciones universales para los plásticos para optimizar la producción, el uso y la reutilización.

Siete tipos diferentes de plásticos

La mayoría de los envases de plástico se fabrican a partir de tipos o “grados” de plástico, incompatibles entre sí y costosos de separar y clasificar para su reciclaje. Aparte del PET, o tereftalato de polietileno, que es el plástico más común del mundo etiquetado como 1, y el polietileno de alta densidad (HDPE), que lleva el símbolo 2, también se pueden recolectar otros cinco tipos de plástico, pero rara vez se reciclan según Greenpeace.

El PET es el plástico más reciclable. Los plásticos más duros, del 3 al 7, no tienen un mercado muy amplio por su bajo valor. “Es difícil reprocesar y clasificar todo el plástico”, dijo Lisa Ramsden, especialista en plásticos de Greenpeace Estados Unidos. Los contenedores de reciclado mixtos contienen una gran cantidad de contaminantes que hacen que el plástico no sea reciclable, explicó.

“El reciclaje no es el problema, sino los plásticos”, explicó Ramsden. Dado que el plástico virgen nuevo suele ser más barato que el material reciclado, el reciclaje de plástico no es económico.

Visto de otro modo, el plástico virgen es demasiado barato. La resina plástica creada a partir de material reciclado está siendo socavada por materia prima más barata, hecho que limita el mercado de plásticos reciclados.

El precio del plástico virgen depende de los precios fluctuantes del petróleo y del gas. Los ecologistas recuerdan que estos combustibles fósiles a menudo reciben subsidios. Según Sander Defruyt, quien lidera la iniciativa New Plastics Economy en la ONG estadounidense Ellen MacArthur Foundation, el plástico reciclado sería más competitivo si se eliminaran gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles.

Las bolsas o «paquetes ligeros», no reciclables

El problema no solo las botellas, por cierto. Las bolsas o paquetes ligeros, que mantienen frescos alimentos como papas fritas y barras de chocolate, constituyen alrededor de 40% de los envases de plástico del mundo, según Defruyt. Conocidos como “envases flexibles”, son de un solo uso, ligeros y de varias capas. Se usan para envolver alrededor de 215.000 millones de productos solo en Reino Unido. Solo cinco países europeos están intentando reciclar estos paquetes, señaló DeFruyt.

Parte del problema de estas bolsas es su composición de múltiples capas, que a veces está recubierta con papel de aluminio, lo que hace que sea muy costoso separarlas en partes reciclables. Los envases flexibles también suelen estar “súper contaminados” con desechos de alimentos, lo que también hace que sea imposible reciclarlos, señaló Defruyt. El típico caso es una bolsa vacía de papas fritas. Oleosa y multicapa, el reciclado de su plástico es de hecho imposible.

La industria de los envases afirma que los “envases flexibles” tienen beneficios medioambientales, ya que son más ligeros que los plásticos tradicionales y provocan menos emisiones durante el transporte. Al mismo tiempo, mantienen los alimentos frescos durante más tiempo. En una encuesta de 2022 de más de 23 000 personas en 34 países, casi 80 % apoyaría la prohibición de los tipos de plástico que no se pueden reciclar fácilmente. La UE ha dado algunos pasos en esta dirección, prohibiendo 10 productos de plástico de un solo uso.

El problema de la contaminación con plástico, cuyo uso se ha multiplicado exponencialmente en pocas décadas, parece así no tener un fin cercano. Es evidente que si a la rica Unión Europea se le hace difícil solucionar el problema, para los países subdesarrollados o emergentes afrontar el tema será prácticamente imposible.

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