Rosario. Hartos de los robos: cada vez más barrios tienen alarmas comunitarias

Algunas son públicas y la mayoría privadas, pagadas por los mismos vecinos que se las ingenian para comprarlas. En una zona vendieron pollos asados
12 de febrero 2023·03:00hs

Hace unos 20 años, muchos barrios y vecinales empezaron a avanzar con la colocación de su propio bolsillo como forma de autoprotección. Permitió que el contacto entre los habitantes de las mismas cuadras se aceitara, la gente se conociera entre sí y se pusiera de acuerdo en pautas básicas para evitar la multiplicación de delitos en esas zonas. Según un relevamiento de Vecinales Unidas, entre ellos se cuentan los barrios Godoy, Echesortu, Abasto, Acindar, Parque Field y La República.

«Había mucha inseguridad en el barrio, entonces nos juntamos con un grupo de vecinos para cuidarnos entre nosotros. La mayoría éramos amas de casa con chicos, que teníamos miedo», cuenta Mara González, presidenta de la vecinal 25 de Mayo de la zona sudoeste, uno de esos lugares.

Averiguaron los precios de las alarmas y empezaron a recorrer el barrio, explicando y convenciendo a los demás vecinos. El mayor obstáculo era el dinero. Entonces, consiguieron una donación de pollos, los cocinaron y los vendieron asados. Después hicieron rosquitas y el fondo se fue engrosando. Con la colaboración de otros habitantes del barrio, lograron comprar tres. Luego otro grupo pagaría tres más.

El sistema funciona a través de un botón de pánico que, ante una situación de peligro o inseguridad, los vecinos pueden activar. En ese momento, suena la alarma indicando el número de pulsador utilizado, alertando al resto de la cuadra. A cada persona o familia le corresponde un número de pulsador que la identifica. Cuando suena, los vecinos salen a la calle para disuadir a los delincuentes.

Mara dice que es mayormente disuasivo, pero da resultado. «Cuando alguien está robando, la hacemos sonar y se escapan con la moto. Hay gente que viene y vende droga en una esquina, tocamos la alarma y se va«, explica sin pelos en la lengua. En verano es cuando más se usa. Pero también en vacaciones de invierno, cuando baja el movimiento en la calle. En promedio, suena una vez por semana. El barrio está asolado por el robo de cables y los delincuentes que caminan por los techos.

En regla

En 2010 se autorizó que los aparatos se instalen sobre las columnas del alumbrado público y que se alimenten de la misma red eléctrica, por eso deben estar aprobados por la Municipalidad. El alcance de las alarmas es de entre 100 y 160 metros a la redonda, por lo cual se las suele ubicar en esquinas cada dos cuadras, o a veces a mitad de cuadra. Algunas están también provistas de luces y todas debidamente identificadas por carteles que dan cuenta de su presencia.

En paralelo, en 2016 se lanzó una iniciativa pública para su instalación en distintos puntos, comenzando por barrio Las Heras Sur. Luego la cobertura fue creciendo hasta llegar a 318 en cinco barrios, incluyendo Azcuénaga, Luis Agote, Unión y Parque Casas y Villa Urquiza. Pero con el tiempo su mantenimiento se abandonó, y para fines de 2021 la mitad había dejado de funcionar.

Por eso, cuando se reactivó el proyecto lo primero fue arreglar las que ya estaban en tres barrios. Durante 2022 se instalaron 256 paneles de alarmas comunitarias y se entregaron 2.324 pulsadores a vecinos: 129 paneles y 1.303 pulsadores en Agote (próximamente se sumarán tres paneles para ampliar la zona de alcance); 104 paneles y 834 pulsadores en Azcuénaga; y 23 paneles y 187 pulsadores en Unión y Parque Casas.

La recuperación implica el cambio de las baterías; el arreglo o reemplazo de los paneles que se encuentren quemados, vandalizados, robados o con desperfectos técnicos; el chequeo y reparación de luces y sirenas, y la vinculación digital con la central de monitoreo del municipio. Las nuevas alarmas cuentan con monitoreo del Cior, para su mantenimiento y correcto funcionamiento, y del 911, al que el municipio le brindó equipamiento para que reciban la alarma.

Además, equipos de cercanía recorren cuadra por cuadra y recogen los pulsadores viejos y entregar nuevos. Había vecinos que se habían mudado, que no vivían en la época en la que se entregaron, o que nunca habían tenido. Las tareas intentan tejer nuevamente la red.

Para este año, el área de Modernización del municipio planifica seguir por Las Heras (39 paneles), Villa Urquiza (15 paneles) e instituciones como escuelas y clubes del distrito oeste (9 paneles). La licitación para esos barrios ya está en marcha.

Pedido de informes

El concejal Lisandro Cavatorta presentó un pedido de informe para que el Ejecutivo municipal brinde datos sobre la actualidad del sistema de alarmas comunitarias del municipio y las inversiones realizadas para el mantenimiento de estos equipos.

“Durante la gestión de Mónica Fein, por el año 2016, se colocaron más de 300 alarmas comunitarias en diferentes puntos de la ciudad, principalmente en las zonas sur y oeste; pero con el correr de los años este sistema se vino abajo por falta de planificación y mantenimiento. De hecho, el propio intendente Pablo Javkin reconoció ante los medios hace casi un año que había que reconstruir este sistema completamente”, expresó el concejal.

La solicitud al municipio incluye cuál es hoy el estado del sistema de alarmas comunitarias de la ciudad; obtener datos sobre las inversiones realizadas para mantenimiento de estos sistemas, desde el 2019 a la fecha; el proyecto del área de Modernización municipal para la puesta en funcionamiento de las que se encontraban fuera de servicio, el plan de recuperación del sistema, sus objetivos, plazos de implementación, lugares y criterios de instalación, el presupuesto asignado y el impacto esperado.

A su vez, Cavatorta destacó: “Estas son las cosas que sí puede hacer el municipio para aportar en la seguridad de Rosario. Como decimos siempre, no se trata de tener una policía local o un cuerpo armado, o elegir a un jefe más o menos; se trata de trabajar en la prevención del delito, los conflictos violentos y el control de territorio. Prevenir significa hacer algo antes de que el delito ocurra, hacer algo para que el delito no ocurra. Y esta es una herramienta clave», cerró.

La Capital de Rosario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *