El obispo de Río Gallegos cerró el Tedeum con la canción de La Mosca: «Ganamos la tercera, otra vez campeón mundial»

Jorge García Cuerva tomó la experiencia vivida en Qatar como una forma de explicar lo importante que es pensar en plural y no en individualidades. «Nadie puede pelear la vida aisladamente. Se necesita una comunidad que nos sostenga». subrayó.

El Obispo de la Diócesis de Río Gallegos, Jorge García Cuerva, encabezó el tradicional Tedeum por el Aniversario de la capital provincial, oportunidad en la que hizo hincapié en trabajar en equipo, en referencia a lo ocurrido en el Mundial de Fútbol obtenido por la Selección Argentina en Qatar

«Estar despiertos es estar atentos a lo que pasa, es tener todos los sentidos en acción, es comprometernos con este tiempo; tiempo desafiante y complejo… pero nuestro tiempo, en el que tenemos que ser protagonistas, no meros espectadores que miran pasar la historia desde la tribuna de la vida», comenzó el Obispo.

«La experiencia del Mundial es fiel reflejo de todo esto. Ser equipo más allá de las individualidades» y citó a Lionel Messi que escribía un tweet: «Demostramos una vez más que los argentinos cuando luchamos juntos y unidos somos capaces de conseguir lo que nos propongamos. El mérito es de este grupo, que está por encima de las individualidades, es la fuerza de todos peleando por un mismo sueño que también era el de todos los argentinos…lo logramos!».

Pablo Grasso y autoridades en el Tedeum por el 137° Aniversario de Río Gallegos.
Pablo Grasso y autoridades en el Tedeum por el 137° Aniversario de Río Gallegos.
Ante esto, García Cuerva afirmó: «Estamos llamados a hacer carne las palabras de Francisco en su última Encíclica Fratelli Tutti: Nadie puede pelear la vida aisladamente. Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. ¡Qué importante es soñar juntos! Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos», enfatizó.

Más adelante, sostuvo que los pastores vigilan por turnos y lo hacen durante la noche. «No se dejan ganar por la oscuridad de los miedos y la desesperanza; por las sombras de la injusticia, por las tinieblas del egoísmo y de la división entre hermanos, por la noche de la grieta», afirmó.

Al contrario, manifestó que tienen, como dice San Pablo, la certeza de que la noche está muy avanzada y se acerca el día; y como decía el obispo brasileño Helder Cámara: «No debemos tener miedo de la oscuridad de la noche que cubre a la humanidad. De la noche más negra surge la mejor aurora».

Pero, seguidamente, señaló: «Tantos hermanos, 18 millones de argentinos, que viven en la oscuridad de la pobreza y de la indigencia. Y por eso, hoy más que nunca, como aquellos pastores, tenemos que estar vigilantes y ser luz de esperanza a pesar de todo».

«Precisamente porque están atentos y despiertos, los pastores pueden recibir la noticia del Ángel, la mejor noticia: Ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Ayer (Lionel) Scaloni, el director técnico, comenzó la conferencia de prensa diciendo: ‘El partido fue una locura’; y sí…y la primera locura es de Dios en Navidad: un Dios enamorado de la humanidad se hace uno de nosotros, se solidariza con nuestra vida, no desde atrás de un escritorio o desde un atril, sino desde un pesebre asumiendo nuestra fragilidad, con todo lo que ello implica», dijo.

Más adelante, enfatizó que Dios «no toca de oído», se mete de lleno, se compromete a fondo con la humanidad: sabe de familia porque la tuvo, sabe de migraciones y exilio porque se crió en Egipto, en tierra extranjera, sabe de amigos y de traiciones; sabe de dolores y de cruces. Su compromiso fue hasta dar la vida… ¿Cómo es el nuestro?».

«Que despiertos, que trabajando en equipo, de manera articulada, con esperanza en medio de la noche de los problemas de nuestra realidad; que jugándonos la vida en el compromiso con todos, especialmente los más pobres y los que sufren, podamos reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos. Esto no es una utopía», expresó.

Y nuevamente sobre el partido del domingo o con Países Bajos, fue «demostración de lo que somos. Jugamos el partido de la vida; tenemos nuestros momentos de alegría y triunfo, nuestro 2 a 0; y como siempre, los argentinos nos agrandamos. Tenemos nuestros momentos de sufrimiento, y nos sentimos derrotados. Tenemos nuestros cansancios cuando la vida nos duele por tantas patadas recibidas. Pero podemos resurgir, y si el partido fue una locura como dijo Scaloni; seguir soñando las locuras de Dios: ser hermanos, construir un país más justo y fraternos, perdonarnos y tirar para adelante».

Y manifestó: «Este es nuestro compromiso con la historia, con esta, nuestra hora; algunos nos dirán que somos ilusos soñadores, pero no importa. Los sueños nos impulsan hacia adelante, nos dan energías, y son luz en la oscuridad de la vida. Soñar es animarnos a recuperar los ideales. Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, pero todos hermanos».

Y finalizó con la canción cuya letra el autor actualizó el mismo domingo:

«Muchachos,

Ahora nos volvimos a ilusionar.

Ganamos la tercera

Otra vez campeón mundial».

– LA OPINIÓN AUSTRAL