Según las encuestas, superó a Córdoba como el lugar donde más rechazo hay al oficialismo nacional, sobre todo a Cristina Kirchner. Analistas políticos explican este fenómeno.
Las encuestas son determinantes: la imagen de Alberto Fernández ha caído después de cinco meses de cuarentena y Mendoza se ha convertido en el polo del antikirchnerismo en el país, desplazando a Córdoba.
Pero la mala imagen del kirchnerismo en Mendoza no está asociada sólo al Presidente. El peronismo no gana una elección desde hace una década y la última vez la derrota fue amplia. Anabel Fernández Sagasti perdió por 15 puntos contra Rodolfo Suárez, cuando la diferencia histórica entre candidatos en la provincia no solía superar los 8 puntos.
Volviendo a los sondeos, la última encuesta de la consultora cordobesa CB Consultores -conocida por elaborar un ranking mensual de la imagen de los gobernadores- indica que Fernández tiene una imagen negativa del 59,3% en Mendoza, mientras que en CABA es del 56%; en Córdoba, del 51% y en Santa Fe, del 48%. Pero los indicadores son mucho peores para Cristina Kirchner: tiene 81% de imagen negativa en Mendoza, contra 79% en CABA, 78% en Córdoba y 75% en Santa Fe.
Por su parte, un estudio de opinión de Reale Dalla Torre Consultores, indica que la imagen negativa del presidente en Mendoza es del 46% y la de Anabel Fernández Sagasti, la máxima figura del kirchnerismo provincial, del 67%. Entre los radicales, Alfredo Cornejo tiene un 49% de imagen negativa y Julio Cobos, 60%, mientras que el gobernador Rodolfo Suárez es el dirigente con menor rechazo: 36%.
A nivel nacional, el último análisis del escenario político y perspectivas elaborado por Synopsis Consultores indica que la imagen negativa del Presidente es del 45,5%, cuando cinco meses atrás era sólo del 19,8%. De todas formas, mantiene una buena imagen comparada con otros dirigentes nacionales, ya que Cristina Kirchner acumula 61% de imagen negativa, la misma que Sergio Massa 60,9%, mientras que Mauricio Macri tiene 60% de rechazo.
Las explicaciones
Para Cristian Buttié, de CB Consultora, la caída más abrupta de la imagen de Alberto Fernández en Mendoza se dio en medio de la discusión por Portezuelo del Viento. “La caída fue de mayo a junio. Fue clave el freno del Gobierno nacional a la obra hidroeléctrica y su visto bueno con La Pampa”, dijo el encuestador.
“Es la caída más importante de imagen en una provincia. Fueron 19,3 puntos y después se mantuvo en 40%. En Santa Fe, Córdoba o Entre Ríos, nunca creció la imagen de Fernández. La figura del Presidente está volviendo a medir los valores normales antes de la pandemia”, agregó.
Sin embargo, Buttié explicó que a pesar de la caída de la imagen de Fernández, no crecen las de Suárez, Cornejo o Macri en la provincia. “La oposición no ha sabido capitalizar esta situación. Macri sólo creció dos puntos en estos meses. Suárez no ha podido capitalizar el desencanto mendocino hacia el kirchnerismo porque la emergencia sanitaria está impactando en su imagen positiva y esto se repite en todas las provincias. Los gobernadores están sufriendo las críticas directas de la pandemia”, señaló.
Para Martha Reale, el deterioro de la imagen presidencial también está asociado a la “mimetización de Alberto Fernández con Cristina Fernández”. “Él decidió ser un kirchnerista más porque al principio parecía que iba a trascender, pero eso no pasó. Hay muchos cuestionamientos de la ciudadanía en cuanto a la gestión de la pandemia y ahora se sumó el tema de la reforma judicial. El 48% piensa que es una medida para Cristina Fernández”, aclaró la consultora.
Reale coincidió con Buttié en cuanto al tema Portezuelo del Viento y le sumó otros tópicos, como la expropiación de Vicentín. “Mendoza es, hoy por hoy, el exponente más anti K del país. La imagen de Cristina se viene erosionando desde 2013, nunca se recuperó y este año estuvo en el fondo de la tabla con Mauricio Macri”, dijo la especialista. “Esto también pasa con Anabel Fernández Sagasti. La simbiosis que tiene con su jefa política le impide crecer en Mendoza. Por más que haga esfuerzos por posicionarse, su pertenencia a La Cámpora y su relación con Cristina, le ponen un techo que no puede perforar”, añadió.
En tanto, Lucas Romero, de Synopsis, analizó que no hay un solo factor explicativo a la caída de la imagen presidencial a nivel nacional. “Por un lado, está la gestión de la emergencia sanitaria; por el otro, lo económico”, remarcó. Además, resaltó que al principio de la pandemia todos los líderes mundiales crecieron en imagen positiva. “Ante una emergencia, toda la sociedad se alinea detrás de una figura fuerte porque confía en que va a solucionar el problema y los defiende”, agregó. ”La gestión de la crisis sanitaria al principio fue un activo para el Presidente pero después se convirtió en un pasivo porque no se obtuvieron los resultados que se esperaban. Al contrario, hay un incremento de contagios y muertes”, dijo Romero.
“También se sumó lo económico. Lo votaron porque prometió poner en marcha la economía y no lo hizo. Hoy, la economía está peor”, cerró
– LOS ANDES