Un trabajo de la consultora Management & Fit destaca que si bien aún la recuperación económica no se siente con fuerza, la valoración social del Gobierno repuntó.
En este contexto, el estudio señala que la economía continúa sumando datos alentadores, como en agro, construcción, algunos bloques industriales, mercado inmobiliario y energía.
No será el “bosque verde” del cual habla el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, pero la opinión pública empieza a ver algunos árboles y en ese sentido destaca que en la última encuesta mensual de la consultora (mediados de abril), la aprobación de gestión se recuperó (pasó de 40% a 42%) mientras que la desaprobación se mantuvo estable (en 44%).
OPTIMISMO
Algo similar se desprende de los índices de optimismo político y económico que relevan semanalmente y que muestran mejoras en las últimas 4 semanas. Ello también está en línea con los indicadores de confianza en el gobierno (ICG) y el índice de confianza del consumidor (ICC) de la Universidad Di Tella, que también repuntaron (ver gráfico).
La mejora de las expectativas acaso sea la explicación principal para la recuperación en las encuestas. Está claro que la reactivación económica, por ahora, es tenue y no se “siente” en la calle. Sin embargo, la dinámica de la opinión pública tomó un giro positivo.
A falta de resultados contundentes, pareciera que el Gobierno está logrando convencer a la sociedad (más bien, a una parte de ella) de que la situación va a mejorar.
Según se detaca tanto en el sondeo mensual como semanal se observa una mejora en las expectativas (que, de todos modos, aún mantienen el sesgo pesimista).
Y el componente de expectativas futuras que mide el ICC de la Universidad Torcuato Di Tella muestra un mejor comportamiento que el de condiciones presentes.
Así el trabajo destaca como un resumen que vuelva la apreciación de: “Estamos mal, pero vamos bien”, que caracterizó otra etapa política argentina. Después de un arduo 2016 y un verano cargado de complicaciones, el Gobierno está volviendo a generar esperanza. Pero sin resultados que la avalen, este incipiente giro puede tornarse en decepción en una etapa clave en términos electorales.
NO TODO BRILLA
De todos modos el trabajo destaca que en materia de expectativas no todo es color de rosa. Las proyecciones de los especialistas (compiladas en el REM elaborado por el Banco Central) no son alentadoras para el Gobierno.
La inflación esperada se redujo marginalmente (de 21,2% a 21%) y se mantiene por encima del objetivo (17%). Por otra parte, las estimaciones para abril arrojan una suba de precios cercana al 2% mensual, presionando aún más la meta.
La mayor dosificación de los aumentos tarifarios tampoco garantiza el éxito.
La inflación núcleo (no afectada por precios regulados o estacionales) está mostrando dificultades para bajar de forma sensible (ronda el 1,7% mensual) y las proyecciones arrojan una variación de 19% anual para el próximo diciembre.
Por otra parte, el cambio de índices de precios al consumidor (Nacional por el Gran Buenos Aires) a partir de junio no altera demasiado el panorama, ya que los analistas esperan una suba de 20,5% anual para este indicador.
– El Día