Rosario: El control del espacio público es el menos transparente del municipio

En cambio la GUM y Habilitación de Industria y Comercio resultaron las áreas mejor calificadas

La Guardia Urbana Municipal (GUM) y la Dirección de Habilitación de Industria y Comercio son las dos áreas de inspección más transparentes del municipio. En cambio, el funcionamiento de las direcciones de Obras Particulares y Control Urbano presentan altos índices de discrecionalidad en la toma de decisiones y acciones realizadas. El ránking surge de una auditoría que la Fundación Ejercicio Ciudadano realizó entre las reparticiones que ejercen el poder de policía municipal. Y si bien la presidenta de la entidad, Estela Moncunill, aclaró que «discrecionalidad no es sinónimo de corrupción, sí constituye un terreno fértil para que se desarrollen acciones corruptas».

La función que tienen bajo su órbita estas dos reparticiones no es menor: Obras Particulares es la encargada de entregar los permisos de edificación y verificar su cumplimiento y Control Urbano debe sancionar el uso indebido del espacio público, como la venta ambulante o la ocupación de las veredas por parte de los comercios.

El monitoreo que se presentó ayer se ejecutó en el marco de un convenio entre Ejercicio Ciudadano y la Municipalidad con el fin de evaluar los niveles de transparencia en la administración de la ciudad. Este acuerdo corresponde al programa denominado «discrecionalidad cero» que la Fundación Ejercicio Ciudadano desarrolla desde 2004 en tres ciudades: Rosario, Córdoba y Morón.

En una primera etapa, la pesquisa se centró en las áreas que dependen de la Secretaría de Gobierno, cuyos agentes son los encargados de fiscalizar el cumplimiento de las normas municipales. A lo largo de todo el año pasado, estudiantes de las facultades de Ciencia Política y Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario entrevistaron a los directores de cada una de estas áreas y sus empleados con el fin de conocer cómo funciona la repartición.

Entre otros indicadores, se evaluó el organigrama funcional de cada área, la organización de las tareas, cómo se imparten las órdenes, los mecanismos de control, los procedimientos de selección, capacitación y promoción del personal y el modo de comunicación con la ciudadanía.

En base a esto se construyeron tres categorías (transparencia, contingencia y discrecionalidad) para evaluar el funcionamiento de cada una de las áreas. Según explicó Moncunill, se considera transparente a «toda acción cuyo objetivo, procedimiento y efecto haya sido planteado de manera clara y explícita, con criterios establecidos de antemano y conocidos por todos los agentes». En cambio, son contingentes las situaciones «en donde no hay absoluta transparencia, pero pueden corregirse fácilmente» y discrecionales las acciones «donde no están marcados los límites de las facultades ni las posibilidades de maniobra, lo que facilita la aparición de actos de corrupción».

Así, los niveles más altos de transparencia se encontraron en la GUM y la Dirección de Habilitación; mientras que en la Dirección de Inspección de Comercio e Industria y en Tránsito, si bien no se verificaron altos índices de discrecionalidad, sí se observaron contingencias, es decir, «muchos procedimientos y controles que están en proceso de modificación», explicó la directora de Ejercicio Ciudadano.

Las reparticiones más cuestionadas fueron las de Obras Particulares y Control Urbano, donde los índices de discrecionalidad treparon al 36 y 41 por ciento respectivamente.

En estos casos, las mayores falencias encontradas se relacionan con la falta de periodicidad o de regularidad de las inspecciones, la ausencia de un sistema de evaluación de los inspectores (ambas en el caso de Obras Particulares), inexistencia de un detalle de cómo hacer los procedimientos y evaluación de los operativos (Inspección), o una poco clara asignación de tareas, realización aleatoria de inspecciones, o la falta de mecanismos de auditoría (Control Urbano).

El mínimo requisito
La presidenta de Ejercicio Ciudadano presentó los resultados del trabajo flanqueada por el intendente Miguel Lifschitz y el secretario de Gobierno del municipio, Juan Carlos Zabalza. El auditorio se completó con otros funcionarios del gabinete municipal y los directores de las reparticiones auditadas. Allí, Moncunill destacó que «la transparencia es el requisito mínimo que toda gestión debe asegurar para que quienes asuman responsabilidades públicas conozcan los límites de su actuación y respondan por sus resultados».

A su turno, Lifschitz calificó de «excelente» el trabajo realizado por Ejercicio Ciudadano. «Nosotros hemos adoptado como una estrategia central de nuestra política de gobierno la construcción de un Estado moderno, democrático, participativo y transparente», indicó, y advirtió que este objetivo no se logra sólo con la honestidad de los funcionarios políticos, sino que es necesario «modificar las estructuras y procedimientos para evitar la discrecionalidad y el abuso leve de autoridad que no llega a constituirse en un delito, pero que implica un avance sobre los derechos de los ciudadanos».

– La Capital